/ enrolla sus fornidos brazos en la pequeña cintura ajena y lo alza levemente, despegando sus pies del piso para tener ambos rostros frente a frente y depositar dulces besitos en la punta de su naricita y sus suaves belfos carnosos.
vale, y no es nada, pequeño. odio verte en mal estado, no lo soporto. mimos y un buen cuidado era lo mínimo que podrías recibir de mi parte, sabes que soy muy torpe.