Hola, vine solo un ratito a releer y me quedé buscando cuál era tu cuentita activa. Sabes, me siento nerviosita y llorona, quizás sí estoy en mis semanitas sensibles, pero bueno, ese no es el punto. Me gustas mucho, muchísimo, demasiado. Me gustas de un modo que no soy capaz de explicar. Me gusta la forma tan torpe en que actúas. La manera en que me amas y le brindas a mi corazón completa calma. Cada ocasión en la que estamos juntos y me besas. Siempre he tratado de reparar tu corazón con distintas muestras de afecto, pero también soy una persona bastante curiosa y un tanto inquieta, así que en ocasiones he terminado arrancando las pequeñas sobras, provocando que vuelvan a abrirse algunas heridas. No soy una persona perfecta y posiblemente lo sepas. Sé que he hecho cosas que quizás te hicieron sentir mal o incluso te llegaron a molestar, pero jamás he tenido intenciones de lastimarte. Si en algún momento tu corazón deja de funcionar puedes tomar el mío, después de todo, siempre te ha pertenecido. Se siente tan lindo estar bien contigo, es como haber regresado a mi hogar, no sé cuánto tiempo te estuve buscando, pero me alegra finalmente estar a tu lado. Te amo tantísimo y siempre va a ser así, estemos juntos o no, tú eres el amor de mi vida, de esta y cualquier otra, entonces ten por seguro que en cada una de las próximas no planeo descansar hasta volver a encontrarte. Ojalá en tu dedito permanezca ese hilito invisible y no se enrede demasiado porque me gustaría poder llegar a ti aún más rápido.