Cuando tenía 15 años llegó a mi alguien que había deseado desde que tenía memoria. Un perro. Mi Nena llegó a mi vida a darle color y alegría hasta en mis peores momentos, llenándome de besos y abrazos cuando estuve triste... e incluso, sin saberlo, me salvó de tomar una decisión que hubiera hecho que hoy no esté aquí escribiendo para todxs ustedes.
El día de hoy, con todo el dolor de mi corazón, me tengo que despedir de aquel bello ser que me salvó la vida con la dulzura de sus ojos... hoy perdí una parte de mi alma, una que jamás voy a recuperar.
Descansa en paz, mi preciosa Nena, espero poder volver a encontrarme contigo y darte todo el cariño que mereces.