Me levanto. Voy a clases. Después de siete horas donde nos presionan continuamente para que logremos entrar a la universidad, vuelvo a casa. Estudio, hago deberes, cualquier cosa referente con los estudios. Cuando termino, pienso: ¡Por fin tengo tiempo para mí misma!
Pero, ¡oh! Miro la hora y me doy cuenta de que debo ir a las clases de inglés o debo ir a trabajar.
"Está bien, tendré tiempo los fines de semana" pienso. PUES NOOOOOOO, eso ni pensarlo, bonita. Tú te quedas en tu casita estudiando, que luego te quejas si suspendes.
Y así, gente, es como paso mi día a día durante los nueve meses de duración que tiene el curso.
Hey, pero que a veces hay días dónde no hay nada para el día siguiente (pero sí mucho contenido por estudiar :‹).