Cuando veo que esos pequeños ojitos me están mirando, mi corazón simplemente se encoge.
No puedo encontrar una manera de poder explicar la ternura que siento cuando llego a mi casa y él está ahí sentado, esperándome y moviendo su colita con ilusión.
Y es que verlo acurrucado, durmiendo junto a ti tan tranquilo, es uno de los sentimientos más lindos que una persona puede llegar a tener. Es tan lindo esa sensación de tener a tu lado a un ser con un corazón tan puro y tan bonito, dan ganas de abrazarles hasta el alma.
Y es que te das cuenta que desde el momento que te conoce te entrega su confianza y prácticamente su vida. Él va a pasar toda su vida contigo, él va a esperar ansiosamente tu llegada a la casa, y tú serás uno de los motivos más grandes por los que él agitará su colita de la alegría.
Muchos se quejan de que quieren joyas y no ven que tienen a la más especial delante.