Mi querida Asperger.
Pude notar que la longitud de tus palabras son tan estrictas como las líneas que dividen el firmamento.
Tu pensamiento desplaza cualquier ridiculez, acentuando la importancia de cada acción razonable.
Es muy curioso ver cómo tu mirada lo profundiza todo.
Podría asegurar que el águila pierde la vista, cuando por inercia logras detallar cada cosa.
Tu sentido se aleja de lo común y esto te hace interesante a los míos.
¡Claro!, ¡tu sentido!. Este que analiza. La naturaleza, el cielo y la tierra, el aire y el mar, el hombre y la mujer, lo que pudiera ser y no ser, bien y mal, vida y muerte, sabiduría e ignorancia, humildad y vanidad, amor, odio. Tu, yo.
Podría escribir mucho de tí...
Pero debo escribir de la vida y lo corta que me suele parecer…
Vivimos y de eso se trata la longitud de cada palabra...
El sentido de lo real. La división de lo que pueda parecer prohibido ante todo aquello que se pueda permitir.
Y así poder desplazar cualquier ridiculez que nos impida hablar con pensamientos razonables.
Razonables para sentirnos bien con nosotros mismos, y no tener cargos de conciencia, con alguna acción.
Si la mirada de cada ser humano pudiese no perder el enfoque.
Los tropiezos terminarían siendo obstáculos superados.
Y el sentido podría ser individual y no se movería como una gran masa aplastante de acciones con graves consecuencias. Para la naturaleza, para el cielo y la tierra, el aire y el mar, el hombre y la mujer, lo que pudiera ser y no ser, bien y mal, vida y muerte, sabiduría e ignorancia, humildad y vanidad, amor, odio. Tu y yo.
Mi querida Asperger quisiera escribir más de tí pero debo dormir.
Feliz noche.
Que escriban mis manos todo aquello que mis labios y mi voz no quieren decir.
Yesika Santana.
