Entonces llegan esos momentos en los que parece que has perdido todo pero lo tienes todo aunque nada tenga sentido, y los días suelen ser largos o cortos, no importa, pasan sin emociones, sin porqués ni respuestas; aún quedan tus canciones, ya te las sabes todas y aún así ninguna te motiva. ¡Besaste al chico! pero sólo fue eso un beso entre millones que se sintieron igual, pasaste la mitad de tu noche en vela esperando ese mensaje, pero cuando llegó decía: q tal, como otros veinte quizás que ya habías leído en el día y entonces pensaste que tendrías un buen sueño pero ni las mil vueltas en la cama te hicieron sentir un poco más cómoda entre las sábanas que apenas reconocías y así pasa el tiempo entre nada aparentando que es todo, con la esperanza en la punta de tus dedos pero sin la aptitud en la de el corazón.