Señor, jamás he sido creyente pero ahora estoy tan desesperada que me encuentro aquí, a sus pies, esperando mi penitencia por mis pescados y porque quiero pedirle ayuda.
Me enamoré de una mujer y todos dicen que está mal estar con ella por ser mujer yo también.
Pero la amo.
Pero si madre demuestra una devoción hacia usted, tan grande que dice que esto que sentimos es pecado.
Pero si amar a esa chica es pecado, creo que prefiero irme al infierno, aunque el amor jamas debería ser incorrecto.
¿Podría usted, mi señor, ilustrar con su sabiduría a esa señora de mente cerrada pero con acciones que demuestran lo contrario?
Y sino, váyase alv. Me iré a hacer los rituales satánicos, alguno me va a ayudar.