Es gracioso saber que terminamos así, cuando nos amábamos tanto, pero las cosas cambian, y las cosas no son para siempre, porque quizá, el para siempre no existe, todo es efímero y momentáneo. Aunque ella fue mi serendipia.
Mis papás no me dejaron, pero yo quería, porque sabía que iba a pasar, hace 2-3 meses se lo dije a mi mamá, que el ya no estaba bien. Que lo sentía, yo sentía que iba a pasar.
Llegue a mi casa, mis papás se fueron a dormir, mi hermano en su cuarto y yo en el mio, sola, y me rompí. Ya no pide más retener las lágrimas, parar el dolor qué siento.
Tu sueño siempre fue verme a mi, tu única nieta mujer, en sus xv, y estuviste ahí, quizá no bailaste conmigo, pero estuviste, y lograste verme ese día, a pesar que ya no podías caminar. Ya cargabas con el peso de los años.