«Y entonces comienzan las ganas de querer empezar a escribir, busco inspiración, algún recuerdo que me haga comenzar a llorar y no hay nada, ya recuerdos no habitan en mi pecho ya las ganas de llorar se fueron, no hay más nudos en mi garganta tanto como en mi pecho ya he olvidado quien fue, quien soy y quienes fuimos y al pensar concluyo que no sé nada de nosotros, he perdido el tiempo de nuevo, me frustro y quiero alcanzarte sintiéndome con la sensación de que ya no hay algo que me haga falta y termino con la horrible realidad de que ya no me importas, ya no me haces falta, y de que ya no recuerdo tu voz…. »
—ANNIE