Su amor era Eros, pero a pesar de como lo conjeturan esos simples desconocedores, su Eros no era de un color oscuro y maldito, en momentos era de colores pasteles, otros era de un color claro y en unos era brillante, como un cielo azul con algunas nubes mientras el sol ardiente les decidía mostrar lo mejor de un paisaje.

Porque esos simples desconocedores no saben las etapas por las que caminarán, jamás ha sido tan simple y con ellos no lo será.

Creen que su fin es el Eros, que por eso están las uniones, pero realmente no es algo malo, es el comienzo para poder entrar en un amor aún más llamativo, uno que les llenará sus corazones rotos y cambiará las lágrimas amargas por risas estruendosas y ojos de media luna por la felicidad.

Porque ellos no son destinados, pero como son creyentes de que lo son, lo serán.

Porque el universo tal vez se equivocó eligiendo el hilo rojo, pero eso no quiere decir que ellos no se complementan porque quién piense eso, está totalmente equivocado.

La Tierra, las plantas, el cielo, las nubes, el aire, los mares jamás podrán ver de nuevo un amor tan inmenso y puro que rompe cualquier prejuicio y regla establecida desde siglos atrás.

Uno que incluso rompe una leyenda.