osh, no te quiero matar. ── respondió con suavidad, sin detener los cariñitos, y si le es posible, acurrucando más el cuerpo de su novio contra el suyo.
está bien, me voy a quedar sobrio. ── sonrió y dejó la bebida sobre la mesa nuevamente, y después de volver a acomodarse, llevó su mano hasta el cabello en la nuca del ajeno, jugando con él con suavidad.