Madre

Tchaikovsky

—No saldrás de esta habitación hasta que completes toda la pieza

Él ni siquiera prestó atención. Estaba sumamente concentrado en que sus dedos no se acalambraran de un momento a otro. Habían pasado ya tres horas desde que se había sentado frente aquel piano y sinceramente ya no sentía su trasero desde hace una hora.

Cada nota que resonaba en el lugar le parecía particularmente irritante aquel día, y no particularmente porque estuviera desafinado.

Desde el incidente del centro comercial la relación entre él y Sumire se sentía tensa. Ya no lo esperaba todas las mañanas como de costumbre, Sumire había decidido usar su bicicleta; y en los entre tiempos del instituto ella se escondía con la excusa de ir al consejo de la escuela o algún trabajo que debía adelantar en la biblioteca.

Hisaki tampoco insistió demasiado, suponía que, como él, Sumire también se encontraba avergonzada y arrepentida de sus acciones, aunque no hubieran sido intencionales.

El pasado era algo muy delicado para ambos, había sido brusco, sí, pero había límites y ambos mutuamente los habían cruzado. Son personas tranquilas y estar en medio de estos conflictos es una nueva faceta que no saben manejar.

El sonido de una tecla desafinada y a destiempo hizo que se detuviera, había arruinado la pieza por quinta vez en esa tarde. Bajó sus manos al igual que su rostro esperando una reprimenda por parte de su tío Itachi.

Un suspiro se dejó escuchar en su lugar

— Estas últimas clases realmente no has estado presente— dice mientras se sienta junto a su sobrino —Confundes notas, aceleras el tempo y no respetas las armaduras ¿Acaso debo tenerte aquí otras dos horas más o volver a lo básico de teoría musical e interpretación?

Hisaki crispó, si escuchaba una vez más a Tchaikovsky no sabía que sucedería con su estabilidad mental y su apreciación por la música. No lo malentiendan es uno de sus compositores favoritos, pero mucho de todo no siempre es agradable.

El Uchiha mayor rio de su expresión tan familiar; la había visto cientos de veces tanto en él como en su madre. Eran como dos gotas de agua, aunque Hisaki tuviera el rostro de Sasuke.

Hinata Hyuga

Una excelente interprete con un oído musical de nacimiento que al parecer Hisaki había heredado. Suave al interpretar, dedicada al presentarse, ese era el tipo de artista que Hinata Hyuga era e Itachi siempre respetó y disfruto enseñar a su lado.

—Te conozco desde que eres solo un niño— cruzó sus brazos —¿Qué sucedió esta vez? Si no me lo dices juro que repetirás escalas hasta que no sientas los dedos

El ojiperla ahogo un grito. Estaba seguro que lo cumpliría, ya había pasado una vez.

Por eso odiaba a Fur Elise

—¡Esta bien, está bien! —respondió nervioso— Realmente no es nada—giró su rostro hacia la dirección contraria huyendo de su mirada — S-solo... solo no encontré un regalo para Sarada, e-eso es todo.

Y realmente no estaba mintiendo, bueno, no completamente; en verdad estaba tan estresado y ocupado que ni siquiera estaba considerando asistir a la dichosa celebración de su hermana. De cualquier forma, su abuelo y tío Neji estarían más que gustosos en que no pisara los territorios Uchiha y el estaría muy cómodo evitándolos.

—¿Acaso quieres quedar sin manos Hisaki? Eres muy malo mintiendo

Touche

—¡Pero digo la verdad, enserio!