Estrellas [Francia x UK]

27.

—¡¿Quieres indicar una guerra, imbécil?!

Italia miraba a USA pelear con entusiasmo, como si su vida dependiera de ello, y después miró a Francia.

—Tú le heredas todo lo malo a tus hijos.

—¡Me ofendes! —apretó los labios—. Y para aclararlo, la actitud a la defensiva de USA, la sacó de mi señor tecito.

—No te creo.

—¡Es cierto!

—Ahora te creo menos —rio bajito.

Pero Francia no mentía y varias décadas atrás lo confirmaban.

Esas gloriosas épocas.

—Si alguien te enfrenta, tendrás que responder —su voz firme y autoritaria, sus ojos azules endulzados por la carita dudosa de su hijo.

—¿Para defenderme?

—No, Trece Colonias —levantó al pequeño para sentarlo en la mesa—. Si tienes que pelear, no será para defenderte, sino para ganar.

La curiosidad de esa carita infantil era graciosa, pero a la vez muy interesante para alguien como el británico.

—Destruir a tu enemigo hasta que no tenga ni una mínima esperanza de reponerse, esa será tu misión.

El antiguo USA lo miraba fascinado, porque las palabras del padre sonaban a una promesa de grandeza.

—¡Sí!

—Por eso aprendemos tácticas de guerra y estrategias.

UK señalaba el mapa, usaba figuritas de soldados que el pequeño adoraba, trazaba líneas y enseñaba con paciencia. Esa mente tranquila y curiosa, la que inicialmente no entendía nada, fue poco a poco, volviéndose el orgullo del inglés.

Incluso en tiempos actuales, UK estaba orgulloso de USA... aunque a veces tenía que intervenir, porque algo que no pudo enseñar o heredar al norteamericano fue el arte de la mente fría, la tranquilidad, paciencia y serenidad.