24 de diciembre

1.7K 204 253
                                    




La noche se les fue de las manos como si de arena escapando por sus dedos se tratase. Lo que comenzó como una rápida conversación terminó convirtiéndose en una noche que pasó en vela.

Hablaron sobre sus gustos, Louis contándole que su amor por las montañas rusas era tal que tenía la regla de subirse a al menos cincuenta en lo que le restaba de vida. Harry le habló sobre lo mucho que le gustaba tomar fotos, en especial de paisajes, porque no había encontrado a algún modelo que le gustara lo suficiente como para hacerlo el personaje principal de sus fotografías.

—Claro que hay gente bonita a la que he fotografiado —mencionó Harry en algún punto de la noche. —Pero no me gustan lo suficiente como para fotografiarlas en cualquier lugar. Nunca he encontrado a nadie a quien quiera ver cada que entre a mi galería.

—¿Tienes una galería?

—No. —Ambos soltaron una corta risita. —Pero algún día la tendré. Y habrán varias secciones. Amaneceres, atardeceres, Bruce y Clifford, personas y una para mi modelo especial. —También habían hablado de su amor por los perros y resultó que Harry también tenía uno llamado Bruce. Louis pudo notar el amor que le tenía por la manera en la que se expresaba de él.

<><><>

Las horas pasaron y llegó el momento de colgar. La emoción que Louis sentía en ese momento era indescriptible, Harry era una persona muy amable y en más de una ocasión lo hizo sonrojarse.

Louis no lo sabía, pero él también había causado un efecto parecido en Harry.

El teléfono empezó a vibrar y Louis sonrió cuando se dio cuenta de que la palabra "mamá" aparecía en letras grandes. Contestó.

—¡Hola mamá! ¿Cómo estás?

—¡Feliz cumpleaños Boo Bear! Lamento muchísimo no poder estar ahí para abrazarte. —Su voz se escuchó un poco apagada en la última frase. —Prometo compensártelo.

—No te preocupes mamá, en serio no hay problema.

—¿Cómo estás? ¿Qué harás?

—Bien gracias. En un rato voy a salir con Harry, vamos a pasear a los perros, pero después no sé, tal vez ver películas o algo.

—¿Harry?

—Es un amigo. Es muy amable, creo que te agradaría.

Mientras Louis conversaba con su madre, sirvió el desayuno de Clifford y alistó todo para prepararse para salir. Cuando estaba por colgar para poder tomar una ducha, llamaron a la puerta y al abrir le entregaron un paquete que contenía una sudadera verde de parte de su madre.

—Es una manera de recordarte que a pesar de que nos separe un mar siempre estoy contigo. Como un abrazo a la distancia.

<><><>

Central Park era un lugar curioso. Por un lado, podías ver a gente teniendo una agradable caminata matutina y  por otro, podías ver a personas corriendo para no llegar tarde al trabajo. A Louis siempre le había parecido interesante el contraste entre tranquilidad y estrés que podías experimentar en el mismo lugar.

—Buenos días —Harry lo sacó de sus pensamientos, apareciendo por detrás y dejando un beso en su mejilla, haciendo que en su rostro se instalara una leve capa de color carmín.  Bajó la mirada y se encontró con Bruce, a quien no tardó en empezar a acariciar.

Bruce era un cachorrito muy parecido a Clifford, con la diferencia de que su color se asemejaba al caramelo.

—Hola —dejó de acariciar a Bruce y regresó la mirada hacia los ojos de Harry. — Uh, tu perro es muy lindo.

~ Sweet Christmas ~  l.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora