Una Navidad Especial.

Capitulo 03.

La función continuó con dos escenas más. Todos estaban atentos pensando en lo que continuaría, aunque ya se conocían la historia verla en vivo era mucho más emocionante.

Scrooge tocó el ruedo de la bata del espíritu y el dormitorio desapareció. Scrooge se encontró en una calle de mucho movimiento y llena de nieve.  Había mucha gente comprando los regalos de último momento, las tiendas permanecían abiertas, la gente cocinaba sus mejores platos, y las campanas de la iglesia sonaban. Todos asistían a la iglesia con sus mejores ropas. Todos estaban felices.

-- Todos parecen estar muy felices -- observó con curiosidad a su alrededor.

-- Lo están -- mencionó el espíritu de las navidades presentes -- Es Navidad. ¿Qué esperabas?

-- ¿Quieres decir que estan felices sólo porque es 25 de Diciembre?

-- Si. Hoy pueden dejar de lado sus problemas y sólo disfrutar estar con sus familias. Se dedican sólo a disfrutar de la comida en sus mesas y de todas las bendiciones que reciben. 

Entonces el Espíritu llevó a Scrooge a una casa hecha de madera con tejado de calamina. Estando alli parados frente a la puerta, el Espíritu bendijo la humilde casa. Scrooge se asomó a la ventana y vio a su ayudantr Bob Cratchit jugando con sus tres niños y dos niñas. 

-- ¿Es aqui dónde vive? -- preguntó con un poco de melancolía.

-- Claro, con el salario que le das esto es todo lo que él puede pagar. 

Entonces la Sra. Cratchit entró al comedor llevando un pequeño pavo en una bandeja. 

-- ¡Parecen tan pobres! Sus ropas son tan viejas.

-- pueden ser muy pobres, pero el amor sincero y puro es lo único que puedes sentir aquí.

Bob Cratchit levantó al niño más pequeño de una silla que estaba en un rincón y lo llevó hasta la mesa. El niño era pálido, delgado y llevaba una muleta.

-- ¿Qué le sucede? ¿Por qué no camina?

-- Está muy enfermo. Su nombre es Tiny Tim, sus padres no tienen dinero para pagar un doctor, asi que tal vez muera antes de la navidad del año entrante.

-- ¿Muera? Pero debe haber algo que pueda hacerse. Por favor, dime que no morirá.

-- Veo una silla vacia en aquella esquina -- dijo de repente -- Si el futuro no cambia, con seguridad morirá.

-- ¡No! ¡No! -- exclamó el hombre.

-- De todos modos ¿qué te importa? Eso hará que disminuya la población mundial.

En ese momento Scrooge se dio cuenta de que esas eran sus propias palabras y sintió lastima por si mismo. Entonces escuchó su nombre.

-- ¡Sr. Scrooge! Gracias al Sr. Scrooge tenemos esta cena -- agradeció la mujer de su empleado. -- Ojalá pudiera verlo para agradecerle personalmente. 

-- Querida... niños... ¡Es Navidad! 

-- Lo sé, querido. Espero que él tenga una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo! 

-- Vamos a brindar por nuestra Navidad y por el Sr, Scrooge. Feliz Navidad, y que Dios nos bendiga a todos. 

El Espíritu llevó a Scrooge hacia diferentes lugares para que pudiera ver cómo la gente celebraba la Navidad. La gente, aunque pobre, como decìa Scrooge, eran felices y disfrutaban estar en familia y con amigos. De golpe, sin previo aviso, aparecieron de pie en una habitación.