Ethel.-Jack Gilinsky

4 Capitulo

"Ethel" susurro, levante la cabeza y lo vi a los ojos. "¿Qué hay de ella?" Trate de mostrarme lo menos interesado en el tema. "Esta en coma" escuché, la sangre caliente se almaceno en mis mejillas, podía sentirlo. Mi corazón dejo de latir por unos segundos. "¿Qué?" Pregunte sin pensar, "¿Por qué? Es que simplemente no puedo entenderlo, es que ella no parecía enferma." Me levante de sillón azul redondo, y me senté por un lado de Samuel quien me miraba con duda. Tal vez creía que estaba interesado en esa chica, pero no. Ni siquiera era interesante cuando estaba en la escuela. Siempre con sus ojos hinchados por las ojeras, pestañas largas, labios gruesos y la punta de su nariz y sus mejillas siempre rosadas. Ella era la típica rara. "Ella tenía síntomas, ella siempre estaba colorada y con fiebre, Jack. Ella decía no ser normal del todo. Bueno, eso me dijo Lynn que le había contado Ana de lo que le había dicho la amiga de Ethel, ósea de lo que Ethel le había contado" suspiro Sammy al terminar su frase tan difícil de descifrar. "Bueno dejemos de hablar de la loca. Adivina que.." Solté un sonido de disgusto por su comentario, odio que me diga que adivine algo de lo que ni siquiera tengo idea. "¡Ay!, no se" le dije "Anda, adivina Jack" insistió como un niño pequeño "¡Ya! No te hagas güey y dime" le di unos golpecitos en la espalda. "Estoy embarazado de ti" abrí mi boca para dejar un comentario estúpido acerca de lo que había dicho pero nada corrió por mi mente. "Sonia, nos invito a salir. Mañana." Aunque la noticia me había animado estaba muy cansado como para soportar desvelarme y luego aguantar la resaca

"¿Mañana viernes?" Gemí entre dientes "Jack ¿Qué día querías ir? ¿Por qué no querrás ir a la escuela con resaca? ¿Verdad?" dijo en un tono harto de mi flojera y cansancio. Tal vez tenia razón. Necesitaba salir como antes, conocer a chicas, volver a ser el mismo de antes. "Esta bien" balbucee "¿A qué hora?" Le pregunté pero sin embargo se quedo serio, su mirada se volvió al piso y volví a preguntarle "¡Te estoy preguntando que a que hora!" Le dije en un tono mas alto, sacudió su cabeza y paso saliva. "No se, no se. Yo vengo por ti" tomo su mochila y se fue de ahí. Me había quedado boquiabierto e inquieto por su repentino cambio de actitud, el no era así. El nunca actuaría de esa manera tan seria.

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Estaba en la clase de deportes. Calentábamos los músculos, el maestro soltaba palabras sin sentido y le regañaba a un montón que no hacían los ejercicios. Un mareo rápido paso por mi. Moví la cabeza un poco e hice el ejercicio que señalaba el profesor. Vestía unos shorts rojos que me llegaban un poco arriba mas arriba que la rodilla, una playera sin mangas tipo de basquetbol y unos tenis toscos blancos. Entre el parloteo pude escuchar susurros. Me dirigí a la chica de ojos dorados quien lloraba, estaba sola sentada en las gradas, repetía "Ethel". Cuando me acerque a ella, evito hacer ruidos, se quito las lagrimas y se levanto. Soltó un suspiro, abrió la boca como si ella fuera a hablar pero no lo hizo. "Ethel" dije entre dientes, levanto la mirada y me vio. Sus ojos estaban rojos al igual que sus mejillas. "¿Qué quieres?" Su voz sonaba seria "¿Qué tiene?" Su respiración comenzó a agitarse. Podía escucharla. Ella susurraba palabras, algunas no podía descifrarlas. "Si ella se muere, va a ser culpa de todos ustedes." Grito a todo pulmón. Todos la veían con duda. Ni siquiera yo podía entenderla. "Montón de mierda" grito chillando, cayo en sus rodillas y puso su cara en el suelo. Suspiraba fuerte. Yo solo estaba ahí parado observando lo que ella hacia. Estaba pasmado e impresionado. "Oye, tranquila." Puse mis manos en su cintura para ayudarla a levantarse " ¿Qué esta mal..con Ethel? Explícame" su suéter blanco estaba sucio de los codos por la tierra. "¿Cuál es tu nombre?" Se le llenaron de nuevo los ojos de lagrimas y por fin habló claro "Rachel" tome aire y estaba apunto de hablar pero el profesor imprudente se le ocurrió soplar el silbato y gritar mi nombre. Respire harto, la vi "Te veo aquí en la hora de la salida" me voltee, baje las gradas y me largue de ahí hacia donde el profesor. Todas las clases estuve inquieto, mordiendo el lápiz, las uñas. "No iré. No necesito saber de ella."