Una más de muchas historias en donde Hinata se vuelve hombre y Sasuke mujer; solo que esta vez cambiaré las historias.
Así a un seguro, orgulloso, arrogante y extremadamente fuerte Hyuga, y a la hermosa, tímida, cariñosa y fuerte heredera Uchiha. También me di derecho a seguir cambiando más cosas unas cosas más, como que el Hyuga tomaba la posición de Sasuke siendo este el hombre más buscado entre todas las mujeres de Konoha y la Sasuko la niña rara, según Naruko.
Narrado en forma general.
Líneas de puntos sin cambio de escenas o recuerdos.
Pareja principal y secundaria: Sasuhina y Narusaku.•
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Cambio de géneroLa Uchiha con mirada temerosa miraba la salida de su hogar. Ella sabía que no era fuerte y mucho menos importante para la aldea; bueno, ¡claro! Que era la última Uchiha y un arma, según palabras de los Hyugas.
Desde aquel momento, el momento en que su hermana mayor asesino a todo su clan se volvió tímida, reservada, y "rara", según palabras de su amado pelirrosa.
El amor que profesaba por aquel hombre de ojos esmeraldas era inmenso, que de solo estar cerca de él se ponía a temblar y tartamudear e incluso podía desmayarse.
Era una lástima que su amor por él fuera unilateral; pues este pelirosa amaba a una rubia, siendo este igual unilateral.Miró al cielo mientras se hipnotizaba con la hermosa luz de la luna. Por un instante recordó los ojos de aquel clan que aceptó cuidarla asta que cumpliera 15 años donde ya podría vivir en otro lugar donde no fuera un "estorbo". Suspiro y regreso su mirada a la gran puerta.
¿Debería irme? ¿Debería hacerle caso a esa mujer? ¿Realmente me volveré fuerte?
Eran tantas las preguntas que pasaban por mi cabeza que no me percaté de que algo se acercaba a mi, o mejor dicho alguien.
¡Sasuko-chan!- exclamo feliz una rubia -Sakura-kun y yo vamos a comer ramen, ¿vienes?- cuestionó mientras agitaba su mano en forma de fastidio -realmente no entiendo que le viste, es muy fastidioso, a parte siempre es un estorbó- mencionó mientras regresaba su mirada a la azabache -y es peor cuando me empieza a molestar con que salga con el, un completo fastidio, nada comparado con Hinata-kun- guardó silencios mientras le sonreía y se mordía el labio inferior -cambiando de tema ¿¡vienes!?- pregunto entusiasmada la de ojos cielo.
-Perdona Naruko, pero me temo que no podré ir- miró de soslayo la salida de Konoha -Se enojaran si me tardo- respondió la joven con un sonrojo y con una diminuta sonrisa.
-Bueno, tú te lo pierdes- sacudió su mano en forma de abanico y lentamente daba pasos hacia atrás -nos vemos mañana- mencionó y lentamente giro en sus talones y se marchó del lugar.
La azabache abrió un poco la boca, al recordar que mañana no estaría en la aldea.
Con un pequeño temblor pronunció en voz baja "mañana no nos veremos".
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Nunca fue de aquellos hombres que se preocupaban por gustarle o tener algo con alguna niña, es más, le parecían asquerosas y molestas. Cómo el siempre las tuvo a sus pies y acosándolo, nunca tuvo una buena relación con ninguna.
Y por eso ahora se preguntaba la razón de estar siguiendo a esa debilucha Uchiha.
En los exámenes chunnin la vio pelear contra esa Sabaku no, siempre supo que no podría ganar, que por más que usara el sharingan perdería. Lastimosamente el combate fue suspendido.
En la primera etapa de pelea ganó por pura suerte; y como en tantas peleas más ella ganaba por suerte y no por fuerza, pues como ya había dicho antes ella era débil.
Lo cual ocasionó que el la menospreciara y que no le importara en lo más mínimo su actitud o lo que hiciera.
Pero a pesar de todo verla entrenar lo cautivaba, haciéndolo que inconscientemente la buscará para simplemente admirarlá de lejos mientras ella no se percataba.
El echo de que odiará a las mujeres y de repente le diera por seguir y acosar a una, era extraño; incluso se parecía a sus fans.
El sabía que ella se iría de la aldea y que no volvería hasta matar a su hermana y que en todo ese tiempo el estaría lejos de ella, así lograría reacomodar sus ideas sobre las mujeres, en específico ella.
Cuando vio que la Uchiha se detuvo el también lo hizo y agudizando sus sentidos logró escuchar un temeroso susurro, en donde la azabache le pedía que no la siguiera; él se rió entre dientes y salto del árbol para iniciar una corta charla.
-Realmente me sorprende que me hayas percibido- dijo él ojos luna mientras se levantaba -como nunca lo haces- dijo con un tono orgulloso y arrogante
-¿Nunca lo hago?- se pregunto la inocente joven -eso sig~significa que u~u~usted me ha espiado antes- afirmo con un tenue rojo en sus mejillas.
-Apenas te das cuenta, felicidades- mencionó con sarcasmo el Hyuga -eres débil Uchiha, ¿por qué quieres huir solo para hacerte más fuerte?- dijo seriamente el Hyuga -si al final no lo lograrás- la miró profundamente, haciendo que a la Uchiha le temblaran las piernas.
-Yo se que no soy fuerte, y sé que nunca podré vencerlo ni a usted, ni a ella ....- suspiró y levantó su mirada -¡pero tengo la esperanza de poder derrotarla y vengar a mi clan!- exclamo mientras miraba al Hyuga
-Y .... ¿Por qué no me pediste a mi que te entrenara?- cruzó sus brazos mientras la veía con las cejas alzadas
-Yo ..... hubiera sido una perdida de tiempo, aparte usted nunca me hubiera querido entrenar a una inútil- volvió a bajar la mirada desilusionada
-Tienes razón, nunca hubiera querido entrenar a una inútil y hubiera sido una pérdida de tiempo, pero tal vez esa inútil ahora podría estar luchando contra su hermana y derrotarla, envés de estar hablando con migo- y como si esas palabras hicieran magia la joven niña de mirada insegura sonrió llenando de luz aquellos ojos opacos
-¿¡Entonces usted me entrenaría!?- llena de ilusiones la Uchiha lo miró emocionada
-No, pero seguramente alguien más de esta aldea lo haría- mencionó mientras se encogió de hombros
-Ya veo- la joven suspiro resignada mientras lentamente empezaba a caminar -solo quería mofarse de mi- el Hyuga la vio y sin que ella se diera cuenta sonrío con ternura, esa pequeña niña un día seria fuerte y hermosa
-Uchiha- la mencionó seco - Nos veremos en el río donde sueles entrenar; todo los domingos y que sea a primera hora y no seas impuntual eso es molesto- y tras decir eso el atractivo hombre desapareció
-Entonces, usted era quien me espiaba- sonrió con ternura y emocionada empezó a correr donde los secuaces de su próxima sensei Orochimaru.
A pesar de que no lo dijera, a pesar de que la pusiera nerviosa. Ella sabía que alguien la miraba y que de una insana y tóxica manera se sentía protegida y eso le gustaba.
Esta historia no me gusto, pero fue una idea que al principio se me hizo buena y original y supongo que lo es; pero al final no me gusta como redacte, y si de por si es muy difícil entender mi horrible redacción esta es peor. Bueno, comenten y dejen estrellas si les gusto y si no les gusto hagan lo que quieran.