Continuación de la historia número 11 (Contigo)
Pov de Hinata tras el evento donde Sasuke queda minusválido.
Tienen su boda y Hinata descubre que está próximo a tener un hijo; pero Sasuke decide tomar una decisión muy arriesgada.
Pareja principal: SasuHina
Pareja secundaria: No hay
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Contigo 2
Ya habían pasado un mes desde el accidente, el señor que atropelló a Sasuke fue capturado y obligado a pagar los gastos médicos.
Actualmente me encuentro en el carro preparada para caminar hacia el altar.
Suspiro y con una sonrisa abro la puerta del carro. Sostengo mi vestido de novia mientras bajo.
Emocionada miró al cielo y con una sonrisa miró a todos lados, el sol brillaba con fervor, mientras que el movimiento de unas nubes lo empezaban a cubrir. El aire se encontraba fresco, pero no tanto para que te diera frío; ningún ave silbaba, pero no importaba.
El saber que a pesar de que lloviera, tronara o relampagueará no le arruinarían el día, hoy era su día ¡hoy era su boda!
Cuando se encontró frente al Cira y a su futuro esposo dejó escapar una lágrima de felicidad.
—Hinata Hyuga ¿Aceptas a Uchiha Sasuke como su esposo?-- directo como Sasuke lo había pedido, pero elegante me pregunto.
—Acepto— sonrío con gran emoción, haciendo que mis perlados ojos se iluminaran más de lo usual.
—Sasuke Uchiha ¿Aceptas a Hyuga Hinata como su esposa?— nuevamente elegante y directo cuestionó.
—Acepto— con una sonrisa poco visible para muchos, pero con un encantador brillo para mi, respondió al cura.
—Puedes besar al novio— el cura me mira a lo que yo asiento con la cabeza sin mirarlo.
Lentamente me acercó a mi esposo y le robó un beso sin siquiera darle tiempo a él para corresponderlo. Aunque no lo quisiera decir, me daba pena que los demás nos vieran besarnos, pues si duraba un segundo más Sasuke seguramente hubiera comido mis labios como si de un manjar se tratase.
Antes de alejarme por completo del inválido de mi esposo le susurró al oído —Llámame Uchiha Hinata— y con una tierna sonrisa me alejo por completo de él.
Todos sonrientes o no tan sonrientes felicitaron a la feliz pareja. Pero hubieron dos castaños que en ves de felicitarnos solo exclamaron con enojo y felicidad —¡Estas en mi mira Uchiha!— y esos comentarios causaron mis risas, pero en el azabache tuvieron un efecto totalmente contrario.
Días después de ese hermosos suceso pasaron, donde todo era felicidad a pesar de variadas peleas que teníamos por la baja autoestima que le causaba estar en aquella silla de ruedas.
Pero al pasar de los días parecía que ya no le afectaba tanto el tema, o eso pensé pues nuestras peleas disminuyeron demasiado y muy rápido.
¡Que tonta fui al pensar eso!
Al llegar esa tarde a la casa tras hacerlas compras, no encontró ni un rastro de vida, a lo que confundida se decidió ir al baño, pues se lograban escuchar gemidos de dolor; pero al entrar vi a Sasuke haciendo un intento de suicidio en la tina.
En ese mismo segundo solté la bolsa de compras y rápidamente corrí a donde se encontraba el Uchiha.
Enojada y con fuerza lo tomo de las manos y le aviento las navajas que tenía en esta. Con lágrimas de desesperación lo abofeteo y empiezo a llorar en la orilla de la tina.
