Otro cliché. [ Manuel Belgrano x San Martín ]

La confrontacion

Se me llena el corazón al ver a tantos jóvenes dispuestos a defender a un país hermano

—Habló con fuerza el general mientras su caballo caminaba lentamente de un extremo del terreno al otro.—

Dejen todo lo que tengan en estas tierras,a la carga!

—Y a San Martín por la mente se le vino una frase. —

Mis valientes

—Murmuró y escucho el grito de sus compañeros preparados para combatir. Dio un suspiro e hizo avanzar a su caballo directo al combate,sintiendo las gotas de la fina lluvia caer por su rostro mientras veía las espadas alzarse y comenzaba el desastre.—

—Definitivamente no estaba preparado para todo aquello.—

[ Por otro lado ]

—Belgrano tomo la carta que habían dejado en su puerta,mientras recibía de paso a Rosas el cual como prometió,lo visitaría hasta que José regresara. Se sentó en el sofá y abrió el sobre,sacó el papel y comenzó a leer. Era una carta sencilla y tierna,José le expresaba cuanto lo quería y le contaba de lo que había hecho desde que llegó. Manuel suspiro aliviado y dejo la carta sobre la chimenea para luego mirar a Juan—

Te trae muerto

—Se burló Rosas rodando los ojos mientras toqueteaba todos los adornos de la casa que veía.—

Por primera vez en la existencia no te voy a contradecir,pero habla más despacio

—Respondió Manuel y caminó al piano para sentarse en el pequeño banquito y tocar las teclas de forma aleatoria.—

Uh,yo puedo intentar?!

—Entusiasmado Rosas camino y casi solto sobre el pequeño banquito donde Manuel estaba sentado,por poco tirandolo. Sin esperar más comenzo a tocar de forma rápida lo que para Belgrano era cualquier cosa—

¡Para! Así no es

—Sostuvo el brazo de Juan el cual lo miro e hizo una trompa soltando un bufido—

Sos tan aburrido

—Se cruzó de brazos solo observando a Manuel—

A ver hacelo vos

—El castaño asintió y comenzó a tocar algo sencillo para que Rosas lo siguiera al pie de la letra. El pelirrojo se quedó mirando en silencio hasta que Manuel volvió a hablar—

¿Entendiste?

—Juan espero un rato para contestarle a Belgrano.—

Mira te voy a decir la verdad me quedé en las primeras tres teclas 

—Manuel lo miro durante unos segundos conteniendo una carcajada y solo tapo su boca para no romper su aura de concentración—

Mejor toca como quieras,voy a preparar factura o algo para comer,todavía no merende y vos lo haces acá así que esperame

—Manuel palmeo el hombro del pelirrojo y se levantó para caminar a la cocina.—

...Ni estuvo tan mal

—Rosas volvió a las teclas.—

[ Por el lado de San Martín ]

—Sintio la espada enterrarsele en el hombro haciéndolo caer de su caballo,se levantó en cuanto pudo solo volviendo a pelear. Eran más heridos que los compañeros que ya no se movían,pero aún así no sabía si corría la misma suerte.—