Otro cliché. [ Manuel Belgrano x San Martín ]

Salón

—Belgrano siguió esperando la repuesta de San Martín,apoyado en sus propias rodillas y mirándolo desde aquel ángulo—

¿No puedo actuar como un joven encantador de vez en cuando?

—La sencilla respuesta de José desconcertó un poco a Manuel,y le hizo preguntar—

¿Pero por qué querés serlo conmigo? Somos hombres

—San Martín soltó un bufido y se palmeo suavemente el muslo volviendo a hablar—

Esas son puras tonterías que nos quieren meter nuestros viejos en la cabeza para que seamos rectos y correctos,como si fuera que estar con alguien nos cambie el rumbo de la vida dependiendo de su género

—Pero se dio cuenta que se refería a ese alguien hacia Manuel cuando apenas se consideraban amigos,pero se tenían gran admiración—

No seas cabeza dura,solo soy amable

—Belgrano asintió y miró a sus alrededores notando por las ventanas de al lado como su salón estaba vacío. Dorrego y Rosas por fin lo habían abandonado,y Quiroga no parecía rondar por esas zonas—

¿Vamos al salón?

—Preguntó el de cabello dorado—

Digo,para que comas más tranquilo

—José asintió levantándose con su pequeña botella de medio litro de gaseosa en la mano y el alfajor en la otra. Los dos caminaron por detrás de los árboles al salón para que los profesores no los vieran—

Manu,nunca te pregunté ¿qué querés ser cuando seas grande?

—Pregunto José,curioso por saber un poco más de Belgrano mientras llegaban al pasillo de la escuela—

¿Yo? Quiero ser militar

—Respondio Manuel decidido,con una leve sonrisa—

—Giró a ver un segundo su escarapela de color celeste y blanca. Sentia que faltaba algo más para representar a su nación,pero no se le ocurría hacer mucho al respecto.—

¿Militar? Me robaste la idea flaco

—Jugó San Martín tomando una pequeña rama y simulando que era una espada para moverla por el aire mientras entraban al salón y cerraban la puerta—

Es la primera vez que tenemos una verdadera charla ¿te diste cuenta, "Juan"?

—Llamó en broma como la mayoría lo hacía a Belgrano,pues lo relacionaban con Rosas. Sus nombres eran muy parecidos.
Miraba al más bajo con una sonrisa mientras comenzaba a comer el alfajor—

No hay nada mejor que el diálogo para que crezca una buena amistad.

—Y con esa frase terminó la oración. Belgrano sonrió—

—José de San Martín era alguien que realmente sabía que decir y que no,tenía un muy buen dialecto—

Tenes razón,y ojalá esta amistad prospere

—Pidió Belgrano con una sonrisa palmeando la espalda de San Martín—

—Por un momento parecía que los dos se quedaron escuchando la lluvia de afuera y la forma relajante en la que chocaba contra el piso. Era lo único que hacía ruido en todo el ambiente,Manuel no retiró la mano del hombro de José,más bien parecía haber apretado el agarre lo que hizo que hicieran contacto visual durante unos segundos—

—José aclaró un poco la garganta.—

Estas..esta buenísimo que nos juntemos más

—No quitaba sus ojos azules de los ojos color miel de Belgrano. Inevitablemente acercó un poco más su silla a la de el y como si nada siguió comiendo—

¿Querés?

—Partio a la mitad el alfajor extendiendole la mitad intacta a Manuel,el cual aceptó al cabo de unos segundos—

Gracias José

—Comenzo a comer aquella mitad de la golosina como un muerto de hambre,pues sus padres no lo dejaban comer tantos dulces—

Eu,para,te va a doler la panza

—Interfirio San Martín y dejó su botella para lamer solo un poco su pulgar y sostener con delicadeza la barbilla de Manuel pasando el mismo dedo por esta,limpiando la mancha de chocolate que quedó—

—Los dos nuevamente se quedaron callados unos segundos pero finalmente Belgrano le regaló una sonrisa dulce al ojiazul—

Gra..-

—Se escucho el estruendo de la puerta—

¡Pero la concha de tu madre Dorrego,déjate de joder!

—Se quejó Rosas entrando al salón y quedando frente a los dos tensionados sexuales que lo miraban en un leve shock—

¿Y ustedes?

—Ninguno sabía bien que decir. Seguían a menos de un metro y San Martín seguía sosteniendo la barbilla de Manuel—

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