Confesión

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-¿Y bien?- me preguntó Mike sentándose en mi cama.

-¿Qué? 

-¿Cuando tienes pensado declararte?- cuando preguntó eso me puse nervioso, ¿Cómo lo sabía?- oh vamos Acenix, sé que lo que escribes son cartas para él. Además se nota.

-¿C-cómo lo sabes?- me estaba poniendo nervioso y probablemente rojo.

-Bueno... E-eso no importa ahora- rascó su nuca nerviosamente- mira, hace tiempo que no hablamos. Pero eres mi amigo, y quiero verte feliz- hizo una pausa mirando hacia la ventana- además Rius estaría contento de ver como su shipp se hace realidad- los dos reímos levemente.

-Yo... No lo sé Mike-suspiré pesadamente- me da miedo que termine como la última vez.

-Hey-llamó mi atención- conozco a Víctor. Y sé que te quiere demasiado como para hacerte eso.

-Tal vez...

-Dale las cartas- dijo mientras sus ojos se iluminaban por esa idea.

-¡¿Q-qué?! No haré eso.. Me da vergüenza- susurré lo último pero Mike lo escuchó.

-Acenix. La vida es muy corta ¿vale? Haz lo que quieras mientras no le hagas daño a nadie. Y si realmente le quieres díselo, antes de que puedas perderlo- me dio una mirada tranquilizadora y me extendió las notas. Tenía razón, no sabía cuanto iba a vivir, tenía que arriesgarme. ¿No?

...................................................................

Ahora mismo estoy delante del estudio de Víctor apunto de llamar a la puerta con las manos temblorosas. Sin pensarlo dos veces dejo las cartas en el suelo, doy tres golpes en la puerta y salgo corriendo de ahí. 

Narra Vic:

Me levanté del escritorio cuando llamaron a la puerta, curiosamente no había nadie fuera. Pensé que tal vez era alguna broma de los chicos, pero cuando miré hacía abajo encontré unas cartas. "Razones para a odiar a Invictor" estaba escrito en aquel gran sobre, le di la vuelta para abrirlo "Acenix".  

Con los ojos abiertos cerré la puerta y me senté en mi cama. ¿Acenix había escrito esto? Tal vez solo se trata de una broma, pensé.

Empecé a leer cada nota una por una. Para mi sorpresa, no se trataba de una broma.

Narrador omnisciente:

Mientras el castaño leía sorprendido aquellas notas, nuestro protagonista peligris se movía de un lado a otro recorriendo toda la habitación.

-Tranquilízate Acenix- le dijo el mitad perro, poniendo una mano en su hombro.

-Tal vez no haya sido una buena idea- dijo mirando el suelo, su contrario suspiró.

-Ya no hay vuelta atrás, pero tranquilo, todo va a salir bien. Confía en mi -le dijo sonriéndole. Acenix no tuvo otra opción que asentir y sentarse a esperar a ver si Víctor decidía hablar con él.

El castaño estaba sorprendido, acababa de descubrir los sentimientos de Acenix hacia él, lo que Acenix no sabía, era que Víctor correspondía aquellos sentimientos. 

Al terminar de leer las cartas, y con un sonrojo en sus mejillas, abrió la puerta y caminó hasta el cuarto que compartía con Acenix, con la esperanza de verlo allí.

"¿Debería?" Resonaba en su cabeza. Golpeó la puerta hasta escuchar un muy leve "pase".

-Mike, ahora no quiero hablar, si pasa algo te lo digo ¿si?- Acenix estaba volteado a la puerta, dándole la espalda a Víctor. Debido a esto, el castaño empezó a reír un poco y el peligris sorprendido, se levantó de la cama- V-víctor yo...

-Shh - le mandó callar el mayor -tengo  algo que decir, antes de que me arrepienta -hizo una pausa- No sé como lo has hecho. Pero  no sales de mi cabeza, es como si no pudiese dejar de pensar en ti. Y cuando veo algo que me recuerda a ti simplemente me pongo feliz... Y me siento un idiota por no haberlo dicho antes. Pero me has robado el corazón.-se acercó lentamente al peligris - A mi también me gustaría verte cada mañana al despertar, y cuidarte si me dejas -  el sonrojo de Acenix aumentó. - Así que, querido gatito... ¿Quieres ser mi novio? - Ahora Víctor sujetaba las finas manos del más pequeño.

-Víctor... Se suponía que yo también tenía que decir algo bonito - rio y lo volvió a mirar a los ojos, después se acerco hasta quedar a poco centímetros de su boca. -Si- dijo al fin, besando los suaves labios de Víctor.

-Por un momento pensé que ibas a decir que no- confesó el castaño al separarse.

-Idiota-dijo riendo un poco.

-¿Sabías que te quiero?-dijo y besó otra vez los labios del peligris.

-Y yo-respondió para abrazarlo fuertemente.

-¡Vicnix es real!- los jóvenes miraron hacia la puerta, donde un albino abrazaba a Mike mientras sonreía. Todos terminaron riendo, y Acenix por fin podía admitir todas las cosas que amaba de su ahora novio.



Fin



Nota de Autora:

Lo sé, lo sé, esto ha llegado a su fin :'v

Pero no se acaba así, subiré el epílogo para terminar de cerrar  la historia y escribir más cursilerias uwu

Muchas gracias a todxs lxs que habéis apoyado la historia, os quiero muchísimo! <3

Escribiré más historias que tengo en mente jejeje



Razones para odiar a Invictor//By AcenixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora