☠ 𝐏𝐄𝐒𝐀𝐃𝐈𝐋𝐋𝐀 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐈𝐍𝐅𝐈𝐄𝐑𝐍𝐎 | ░【 ⱽᴷᴼᴼᴷ 】✞

𝕲𝖍𝖔𝖘𝖙𝖑𝖆𝖓𝖉

¡Advertencias! ⚠️

Contenido con abuso físico.

Pedofilia.

Secuestro.

Sadismo no consensuado y otras parafilias.

Aclaro que no busco normalizar este tipo de temáticas ksk, so, si no les gusta, eviten dejar malos comentarios, gracias.

Apenas y podía despegar sus párpados cuando una destellante luz le enfocó directamente a su magullado rostro, sus fuerzas eran escasas, prácticamente nulas, pero aun así se encontraba de pie.

Había perdido la cuenta de los días y horas que habían transcurrido desde el comienzo de su tortura. La esperanza que le mantenía con vida le comenzaban a abandonar y él ni siquiera estaba dispuesto a luchar por ello.

Intentó mover si quiera un músculo y el tintineo de las cadenas no se hizo esperar, podía sentir sus muñecas junto a sus tobillos siendo apresados por la pieza metálica mientras leves jadeos a lo bajo salían de entre sus labios haciéndole reconocer que aún seguía vivo y el dolor era existente.

El sonido de las pisadas acercándose le puso nervioso y se limitó a guardar silencio, soltando una lágrima de forma inconsciente ante el miedo de lo que se avecinaba y él nunca se sentiría preparado.

El rastro húmedo y salado recorrió por el largo de su mejilla hasta perderse, no durando mucho cuando aquél hombre ya frente a él le había limpiado con su pulgar. La sonrisa tétrica se asomó en el rostro y Jeon cerró con sus pocas fuerzas sus llorosos ojos, negándose a verle cuando éste se acercaba más de lo que debía intuyendo sus intenciones.

El frío y duro tacto se hizo presente, provocando una satisfacción al hombre al escuchar gemidos lastimeros tras apretar el delicado cuello ajeno, la respiración se cortó y volvió al menor junto al trazo de la mano al descender sobre el pequeño conjunto que portaba y acarició con sus largos dedos los bonitos moños del vestido hasta su cintura, donde terminaba y comenzaba su parte favorita.

Su mirada oscureció al alzar una de las piernas del chico, tomándolo con fuerza sobre el muslo para poder alzar la corta falda que le cubría.

Ansiaba y deseaba profanarlo, corromperlo como si nunca antes lo hubiese hecho y recordarle que el sería lo único que tendría a partir de esos días en que lo había mantenido confinado, pues no lo dejaría hasta volverlo tan loco como él se encontraba y se aseguraría de cumplir con su palabra.

Con un enfermizo anhelo sujetó las hebras azabaches, atrayendo aún más el cuerpo para apegarlo a su pecho y oler el suave aroma que desprendía de él, tan delicioso y delicado que le despertaba sus mayores deseos que le hacían sucumbir en la satisfacción de ver sufrir al lindo chico. Y claramente él no estaba en posición de negar a cumplir su apetito por poseerlo.

—¿Listo para el nuevo juego de hoy, Kookie?

✞✞✞

Si algo siempre había aprendido era a confiar en su propio instinto.

Jeon siempre había sido un chico bien portado y con principios que se reconocían con sólo verle. Pero la presión social de sus amigos y la atractiva idea de diversión que estaban planeando le comenzaba a llevar junto a ellos.

Jamás creyó que una pequeña broma le llevaría al infierno al cuál abruptamente había sido consumido.

Pues ahora estaba solo, no tenía nada ni nadie que pudiera ayudarlo a salir del terrible monstruo al cual su madre siempre le enseñaba a protegerse. Porque las sombras y sonidos bajo su cama no eran como él, éste hombre era uno real y verdadero que le hacía daño, uno al cual su madre no estaba ahí para ahuyentar y salvarlo.