Bad idea

Capitulo 3

Borja estaba en el bosque, había salido a recolectar algunas cosas, y a pesar de que había empezado a llover, prefirió seguir recolectando a volver a su casa, ya que estaba lejos, y no creía que la lluvia durase mucho tiempo.

Pero cuando vio que la lluvia no cesaba decidió que lo mejor era volver a casa, agarró sus cosas y se encaminó a casa, realmente no le importaba la lluvia, estaba acostumbrado al frío y nunca le había afectado eso ya que tenía defensas altas, así que no estaba preocupado por su salud.

Oh darling, que mala decisión

Raúl fue a visitar a el castaño, le quería preguntar si había sido el quien le dejó un regalo en su casa, decidió no abrirlo porque conocía a sus compañeros y sabía que podía ser una broma pesada o algo por el estilo, cuando llegó toco la puerta de Borja, pero solo escuché un golpe, cosa que lo alarmo.

-Borja, voy a entrar- Dijo rompiendo junto a la puerta para poder entrar, lo empezó a buscar, pero al no encontrarlo fue a su habitación, encontrándolo en el piso- ¡Borja!- gritó para acercarse corriendo, al tocarlo, sintió como estaba rojo y sudado-¿Qué te ha pasado?-

-¿Raul?- Pregunto casi como un suspiro- Estoy bien, solo un poco enfermo- dijo con dificultad ya que estaba respirando por la boca al tener la nariz taponada- ¿Qué necesitabas?- Pregunto intentando levantarse.

-Nada importante, ven- dijo levantándolo para acostarlo en la cama, pero se sorprendió al sentirlo tan liviano-Borja, ¿Has estado comiendo?-

El castaño solo guardo silencio sin atreverse a mirar a su amigo a los ojos, se sentía avergonzado por no poder ser lo suficientemente capaz para encargase de sí mismo, se sentía como un tonto por no haber tomado en cuenta el hecho de que no había estado comiendo adecuadamente a la hora de quedarse bajo la lluvia, la única respuesta que se obtuvo fue un suspiro.

Genes se sentía mal, solo suspiro mientras sentía como cada segundo su preocupación por su amigo aumentaba, le tocó la frente, estaba demasiado caliente, él no iba a poder con eso solo, sabía que tenía que llamar a alguien.

-¿Samuel?- Pregunto Raul en su celular.

-¿Si?-

-Ven a casa de Borja, necesito tu ayuda urgentemente- dijo para colgar y esperar a que su amigo llegará.

El de ojos cielo sintió como alguien movía su brazo para despertarlo, lentamente abrió sus ojos, encontrándose con un Samuel mirándole entre enojado y preocupado, al verle le sonrió con un poco de dificultad, intentó levantarse pero el azabache se lo impidió mientras negaba con la cabeza.

-Borja,estás muy débil, debes descansar, te levante para que comieras-

-No tengo hambre- Contestó tranquilo.

-Pues no importa, necesitas comer- dijo el más bajo con una bandeja que tenía un plato con sopa- Samuel siéntalo, yo le doy de comer- Habló decidido, el azabache solo acepto, sabía que Genes le tenía un cariño especial a Borja- Bien- dijo el más bajo sentándose frente a el castaño- Di Ah- Habló mientras levantaba una cucharada.

-mmm...-El dueño de la casa solo vio con asco la comida, pero después de la insistencia de Raúl abrió la boca y se tragó la sopa- Que asco- dijo en un tono bajito, intentando -fallidamente- No ser escuchado.

-Haber- dijo Genes probándola- Pero si esta buena, vamos, otra cucharada-

El azabache, después de un rato se fue al ver que su compañero lo tenía todo controlado, dejándolos solos.

Raul lavaba los platos, el castaño se había dormido ya, así que decidió dejarlo descansar, se sentía mal por su amigo, sabía que las elecciones le iban a afectar de algún modo, pero jamás creyó que a ese nivel, Borja estaba pálido, tenía unas ojeras marcadas, estaba demasiado delgado, y lo que más le dolía, esa sonrisa sin sentimientos, estaba forzada, y se sentía culpable, sentía que si le hubiese votado, tal vez él estaría bien.

Soltó un suspiro dejando el último plato limpio para que se secara, se secó las manos en su ropa y fue a revisar cómo estaba Borja, al entrar vio como había destapado la mitad de su cuerpo y estaba en el otro extremo de la cama, soltó una risa al ver lo mucho que se movía dormido, parecía tener más energía de lo que creía.

-Ay, Borja, eres un desastre- dijo con gracia, se acercó a él para taparlo, pero vio algo que lo dejó helado.

Sus brazos, sus brazos estaban vendados, ¿Que te he hecho? Pasó por la mente de Raul.

Dio unos pasos para atrás, pero por un despiste cayó sentado, despertando a Borja, el castaño lo vio confundido, luego le sonrió.

-¿Estas bien?- Pregunto con gracia al ver a Raul en el suelo.

-Si, yo, me tengo que ir, descansa Borja- dijo mientras se iba a su casa, dejando a un castaño tanto confundido.