6. Los hermanos 'R' y sus bikinis.

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POV Chris

- Chris, Chris, despierta.

Sentí unos brazos sarandeando mi cuerpecito como si fuera una muñeca de trapo, aún así no abrí los ojos.

-¡Carajo, Christina! ¡Tenemos un 3513!

Una palabra: MI-ER-DA

El 3513 sólo podía significar una cosa...

-¡Joder, Luke! Dime que no es lo que creo que es.

-Chris... los hermanos R llegarán en 2 horas. La tía Charlotte se va a ir a Nueva Orleans por 2 años y... ¿adivina con quienes se van a quedar esos tres engendros?

-Dime que estás de broma, Luke.

-Ojalá así fuera, Chris.

Los alumbraré un poco. Los hermanos R. Los monstruos de la familia. Tres pequeños huracanes. Cada vez que venían, esos tres destruían la casa y cuando digo la casa me refiero a la casa, literalmente. La última vez que vinieron... digamos que nuestra casa se incendió un poco.

Los hermanos R...

Bueno, a decir verdad no los vemos desde que yo tengo 8 y Luke 9 pero bueno, la primera impresión jamás se olvida.

La estafeta de la primera erre le corresponde a River. Sí, river. Río. ¿Por qué atormentar a un pequeño durante toda la vida por haber nacido cerca de un río? Quién sabe.

Su aspecto se ha borrado casi completamente de mi mente pasados éstos ocho años. Así que... Quizá la pubertad hizo un buen trabajo. Quizá sea todo un playboy. Quizá le quite su puesto a Luke.

Segunda erre: Rose.

Ahhh... Rose.

Nah, no nació cerca de un jardín. Es sólo que su madre llevaba una rosa en el cabello cuando ésta pequeña vino al mundo. Quién lo diría. Su madre no tiene buena imaginación cuando se trata de nombres.

Cabello rizado y rubio. El único rasgo que recuerdo. La más desastrosa de los tres, sin duda.

Tercera erre, Ryan.

¿Han adivinado ya? Sí, éste cabrón nació cuando pasaba por la autopista Jean Ryan. 60 km/ph, solía molestarlo con eso.

Listo. Y guapo, hasta donde recuerdo. Raro... Sí. Y no es que le guste Star Wars o que lea Aqua Man; es raro de veras y con ganas.

Ding, ding. El puto timbre.

-Lukeeeee. Atiende. Me lo debes, ahora sólo conservo parte de mi dignidad gracias a la estupenda cena de anoche.

-Me agradecerás. Ah, y yo haré tu peinado y maquillaje para la boda, Chris.

Le lancé un cojín.

-Idiota.

El timbre volvió a sonar, ésta vez con más insistencia.

-¡Que ya voy, carajo!

-Lucas, son tu tía y tus primos, compórtarte. Ah, y Chris, ven y acompáñanos a abrir la puerta.

Bufé.

-¿Por qué se tienen que quedar con nosotros? ¿Acaso no se pueden quedar con la abuela?

-¿Y dejar que le dé un infarto? No lo creo.

Los tres nos dirigimos a la puerta. Tal vez seríamos 5 si Claire y Kathia no se hubiesen ido a Monte Carlo por un largo rato, según esto, por negocios.

Mi padre fue el que se dignó en abrir la puerta. Ahí estaban.

Rose.

Ryan.

Bésame y te golpeo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora