The One | L.S.

1. Realidad

La alarma despertó a Louis de su profundo sueño. Trato de estirarse para apagar aquel molesto sonido pero algo se lo impedía, o más bien alguien. Harry rodeaba la cintura de Louis con sus largos brazos, manteniéndolo cerca a él. Giro su cabeza sobre su hombro y observo las facciones de aquel chico de ojos verdes del cual estaba perdidamente enamorado. El sonido del despertador no parecía incomodarlo en lo absoluto. Estaba tranquilamente dormido, con una media sonrisa en el rostro.

Louis amaba verlo dormir, por más extraño que suene. Le encantaba que lo abrazara por las noches y despertar a su lado. Ahí, en la habitación que compartían, ellos eran libres. Nada ni nadie parecía molestarlos. Por un segundo, Louis olvido el molesto sonido del despertador y solo disfruto de aquel pequeño momento, dónde eran solo él y Harry. Harry y él. Se sintió en paz y feliz.

Estar con él lo hacia feliz.

Louis despertó con el sonido del despertador y un fuerte dolor de cabeza. Todo había sido un sueño; otra vez. Su noche se había basado en tomar tequila y bailar como si nada le importara. En tratar de olvidar ese absurdo dolor que sentía en su corazón. Con una almohada, tapo su rostro para soltar un pequeño gruñido contra esta.

"Todo estará bien. Él esta bien, eso es lo que importa." Suspiró en voz alta. Louis llevaba repitiendo esa misma frase por un largo tiempo.

Seis meses sin verlo y tres meses sin ser su novio. Seis meses sin ver su hermosa sonrisa y tres meses sin que esa sonrisa fuera gracias a él. Seis meses sin besarlo y tres meses sabiendo que ya no podría hacerlo. Una mierda de meses para ser sinceros. 

Louis se quito la almohada del rostro para levantarse y apagar la alarma que provenía de su teléfono. Observo su cama y noto lo grande que era. Dormir con Harry hacia parecer la cama tan pequeña, pero a él no le molestaba en lo absoluto. Ahora, sin él, la cama parecía ser demasiado grande y la habitación sin luz alguna.

"Todo estará bien. Él esta bien, eso es lo que importa," se volvió a repetir en voz alta.

Volvió a tomar su teléfono al ver qué tenía dos llamadas perdidas de Zayn, su mejor amigo. Le marcó y espero unos cuantos segundos hasta que este último contesto.

"Louis al fin me marcas, hijo de puta me tenias preocupado." La voz de Zayn era tranquila, pero había un rastro de desesperación en esta.

Louis dejo salir un suspiro y volvió a la cama para cubrirse con las mantas . "Todo esta bien Z, no puedes preocuparte por mi cada vez que salgo y me emborracho."

"Louis me preocupo por ti hasta cuando vas a cagar." Louis río secamente. "No estoy bromeando puto, enserio me tenias preocupado. Cada vez que sales olvidas tu teléfono y nunca me avisas si ya llegaste a tu casa."

"Perdón, prometo no olvidarlo la siguiente vez." Odiaba que Zayn se preocupará por él pero claramente lo entendía, si estuviera en su posición, también sé preocuparía. "Zayn, ¿no quieres venir a la casa? En verdad necesito un cigarro y alguien con quien hablar."

"Solo porque te quiero tarado, ahorita en un rato llego. Pero solo te llevaré uno, seguro ya fumaste mucho ayer y no quiero que mueras."

"Esta bien, te espero acá entonces."

"Si, llego como en una hora. Bañate que seguro apestas."

"Okay mamá." se burlo y ambos colgaron la llamada.

Observo la hora y se dio cuenta que eran las 4:30 de la tarde. Había dormido más de lo que le gustaría admitir. Se dirigió al baño para darse una ducha.

Harry y él habían sido una pareja preciosa, danzando en una fina linea entre lo que es el amor y lo prohibido. Louis solía trabajar en un pequeño bar en Doncaster y un día, 4 años atrás, Harry fue invitado a tocar en una fiesta privada que se iba a llevar acabo ahí. Desde aquel momento, sus historias se cruzaron y no hubo fuerza que los separase. Bueno, eso hasta hace tres meses.