Navidad

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¡Ya era hora! Ambos chicos ya se habían alistado para la cena navideña y estaban más ansiosos que nunca, en el caso de Pit iba a confesarse a la persona que le había gustado desde el primer momento y en cuanto a Link, él iba a disfrutar de un momento más al lado del ángel que había llamado su atención repetidas veces.

—¿Estás listo?— Preguntó el de cabellos azules, viendo como su amigo colocaba la carta que había hecho dentro de la bolsa de regalo que habían conseguido.

—Estoy muy nervioso— No sabía como iban a resultar las cosas, pero realmente esperaba que todo fuera perfectamente, iba a dar su mejor esfuerzo.

—Solo respira un poco, cenaremos todos juntos y luego vamos a abrir los regalos, así que hasta ese momento no sabremos que es lo que dirá.— El más bajo asintió, trataba de recobrar la valentía que había disminuido camino a donde se realizaría la cena navideña, solo quedaba tan poco para saber cual sería la respuesta de Link.

Mientras tanto el de cabello rubio llegaba junto a la princesa Zelda, por su parte, los nervios de igual forma se estaban apoderando de él, quizá por eso es que había recurrido a la contraria, necesitaba sentirse seguro y ella le estaba brindando bastante apoyo desde que le había contado sus sentimientos por el lindo ángel.

—Ahí está ¿Todo listo?— Preguntó la chica con una pequeña sonrisa representando lo orgullosa que estaba de su compañero por atreverse a por fin hablar acerca de lo que sentía.— Todo irá bien — Aún no entendía como ese par no se había dado cuenta de lo que sentían el uno por el otro, todo mundo parecía notarlo menos ellos.

Por una parte estaban las miradas que se daban desde hace un buen tiempo, todos pudieron notar como los ojos del pequeño ángel se iluminaban ni bien Link se acercaba a él y también notaron ese singular detalle al momento de alentarlo desde las tribunas. De igual forma el hylian parecía observar al más bajo con ternura, a su vez que se sonrojaba con cualquier contacto que pudieran tener, sin contar claro está las veces que se excusaba con cualquier cosa solo para atender al castaño.

—Se ve muy lindo— Ese comentario hizo que la princesa dejara de pensar en esos momentos de evidentes sentimientos por parte de los involucrados y se concentrara más en lo que iba a ser de su amigo, estaba segura de que lo lograría.

—Se ve muy lindo— Ese comentario hizo que la princesa dejara de pensar en esos momentos de evidentes sentimientos por parte de los involucrados y se concentrara más en lo que iba a ser de su amigo, estaba segura de que lo lograría

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¡Hora de abrir los regalos!

Todos corrieron a observar que regalo tenía su nombre para agarrarlo directamente; sin embargo el ángel se acercó personalmente a la persona a la cual le iba a otorgar el presente.

—Link— Exclamó el ángel sintiendo como pequeñas cosquillas se hacían presentes dentro suyo, quería que el contrario lo mirara por mucho rato, justo como lo estaba haciendo ahora, quería quedarse así y solo acercarse para poder abrazarlo.— Espero te guste— El más alto observó la bolsita ser tendida hacía él, por lo cual sonrió y le agradeció.

Lo que más destaco de ese bello obsequio era la carta del ángel, el sobre en el que la había colocado era precioso y ni bien el rubio la comenzó a leer sintió como el tiempo iba cada vez más lento.

En ese instante no sabía que deseaba hacer, si huir y dejar que el rubio leyera todo lo que había escrito para él o quedarse, observando cada bella expresión que hacía su persona favorita frente suyo.

—Pit— Lo llamó y este se acercó, sus piernas habían comenzado a temblarle, nunca experimentó eso antes, ni si quiera en uno de los combates más fuertes que tuvo.— No sé como decir esto. . .—

Sabía que debió haber huido dejando la carta, pero debía hacer frente a cualquier cosa que le dijera, si era un rechazo o no lo era, al menos no se había acobardado y estaba orgulloso de eso.

—No sé si lo has notado pero a veces soy de pocas palabras— El rubio rió solo para evidenciar lo nervioso que estaba y el hecho de que todos lo estaban observando no ayudaba demasiado.— Me gustas, eres alguien importante para mí. Desde hace un tiempo había estado pensando en decir todo lo que siento por ti—

El castaño aprendió acerca de una nueva sensación, el alivió y la comodidad, al fin sintió como podía volver a respirar y esa sonrisa en su rostro parecía brillar por cuenta propia.

—Pit, en verdad no puede existir ninguna otra persona que me haga sentir todo esto, es algo que no puedo describir con palabras, pero que sé que es dirigido completamente hacia ti, está dirigido a tu sonrisa, a tus abrazos,  a tu sola presencia, me llena el corazón y me hace extremadamente feliz, justo por eso, me importaba saber si de igual forma te sentías así.— Se acercó al contrario y este de igual forma lo hizo regalandole al más alto una mirada de completa ternura, estaba observando al chico que había cautivado su corazón.

—Feliz navidad— Y así ante la mirada atenta de todos los presentes, sellaron esa confesión con un beso cargado de todos los sentimientos que habían llegado a liberar y no necesitaron de ningún muerdago para dar comienzo a ese romance tan puro que comenzó a surgir hace mucho entre ambos.

Navidad - PinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora