Un amor para dos

Especial de Año Nuevo

El pequeño cuerpo en medio de la enorme cama se revolvió cuando sintió la ligera luz del sol filtrarse a través de las cortinas de la espaciosa habitación. Sintió bastante frío y se acurrucó aún más entre las sábanas.

Comenzó a tantear la cama con su mano hasta que encontró su teléfono celular. Vio que tenía 14 llamadas perdidas, ¿cuál era la urgencia? Vio la fecha y hora: 11:30 am.
31 de Diciembre.

- ¡El cumpleaños de Ohm!- el joven castaño se levantó de inmediato y corrió hasta el baño para arreglarse. ¡cómo pudo despertarse tan tarde! ¿su alarma no funcionó?

Ohm ya estaba esperándolo abajo y, de no ser porque Fiat lo detuvo, él abría subido a despertarlo y el castaño sabía perfectamente lo que iban a terminar haciendo. Sus mejillas enrojecieron de inmediato sólo de pensarlo.

En cuanto estuvo listo, corrió escaleras abajo y se encontró con su hermano sentado frente a Ohm. Ambos estaban conversando sobre cosas que Fluke no logró escuchar pero parecían bastante animados. En cuanto el pequeño se hizo notar, ambos lo miraron y Ohm le regaló la sonrisa más hermosa que podía existir.

- No intentes sobrepasarte con mi hermano solo porque es tu cumpleaños, Thitiwat. Los veré en la noche- advirtió Fiat, antes de despedirse y dirigirse a su trabajo. El joven de cabello teñido ahora estaba trabajando en la misma empresa con su padre y estaba aprendiendo para que algún día él pudiera estar al frente.

- Vamos, nene- el castaño dejó un casto beso en los labios del más alto- hay que darnos prisa, aún tenemos que comprar todo para la cena de Año Nuevo y de tu cumpleaños - Fluke sujetó la mano de su novio y lo dirigió hasta la salida, donde se encontraba aparcado su deportivo negro. Ambos subieron y se pusieron en marcha.

-¿Qué vas a regalarme por mi cumpleaños?- preguntó el moreno y dirigió una sonrisa pícara hacia su novio.

- Eso lo verás más tarde, ahora centrémonos en la comida ¿ya sabes que quieres cenar? Y no te atrevas a decir que a mí.

Ohm no pudo evitar soltar una carcajada mientras veía la linda expresión que su pequeño ángel estaba poniendo. Era obvio que siempre quería comerlo a él, pero no quería enfadar más a Fluke.

-Deja de tener pensamientos tan sucios, ángel. Quiero comer...- el pelinegro fingió pensar por un momento- lo que sea que tú cocines. Sorpréndeme.

El más bajo asintió con una enorme sonrisa en su rostro. En cuanto estuvieron en el supermercado, se encargó de elegir todos los ingredientes de la comida favorita de su novio.

Llegaron a la casa de la familia Thitiwat y ambos bajaron del coche. En cuanto Fluke puso un pie dentro, la joven Aye se acercó a él con paso apresurado y le proporcionó un fuerte y emocionado abrazo, luego tomó su brazo y lo llevó dentro de la cocina. El moreno sólo pudo observar la escena con una sonrisa en el rostro y los siguió para dejar las cosas dentro de la cocina.

Su familia adoraba a Fluke. Aún recordaba cuando presentó a su lindo novio. Sus padres no podían dejar de sonreír y su hermana no soltaba al castaño, también recibió muchos alagos por el delicioso postre que había llevado para la familia de su novio. En esos momentos Ohm se sintió muy orgulloso de haber esperado a la persona correcta, de haber esperado a su ángel.

- Entonces Fluke, te gradúas este año ¿verdad?- Aye preguntó con una enorme sonrisa en su rostro. A ella le emocionaba mucho ver a su hermano tan feliz y amaba a este pequeño chico que era el causante de su felicidad.

- Si, sólo me faltan cuatro meses- Fluke le regaló una hermosa sonrisa a su cuñada y ésta no pudo evitar apretarle las mejillas con suavidad.

Ambos siguieron platicando animadamente sobre su graduación y sobre lo que quería hacer cuando terminara la escuela, Aye era una joven muy atenta y a pesar de no tener mucha experiencia en la cocina, trataba de ayudar a Fluke en lo que podía.