1.El invitado misterioso

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Como pude haber caído en tal trampa, de verdad fui tan imbécil, al enterarme que todo era una mentira, ahí por fin se cae la venda de mis ojos, ahora me doy cuenta de todas las señales que no vi, o que no quise ver.

Pero en que momento me volví tan tonto y débil, ¿en que momento?, se perfectamente en que momento, ese momento en el que lo volví a ver, ese momento donde vi su sonrisa de nuevo, todo esto sucedió hace 1 año, hace un año perdí toda fuerza que tenia ante el.

Hace 1 año mi vida era normal, y se podría decir que hasta perfecta, recuerdo ese dia, estaba en la fila del cine junto a mis amigas, estábamos platicando de lo mas normal cuando una de ellas, Lucia, dijo algo que no nos esperábamos:

-Oigan, invite a un amigo, espero que no haya problema.

-¿Como?- Fue lo único que pude responder.

-Si, lo que pasa es que ha tenido problemas con su novia y pues esta triste.-Respondió Lucia.

-¿Es quien yo creo que es?- Pregunto Carla, su prima y mi mejor amiga.

-Si, es el.

Yo solo miraba a ambas confundido, entre ellas había un juego de miradas, que me ponía peor el humor de lo que ya estaba al saber que habría un invitado sorpresa, cuando se suponía que seria una salida de amigos, y ese disgusto lo noto Carla.

-Creo que es mejor que se entere quien es cuando el llegue, prepárate, probablemente se pondrá de peor humor- Dijo Carla.

Esos 10 minutos que estuvimos esperando a que llegara el misterioso invitado me comían por dentro, siempre he sido una persona muy curiosa y ese día no fue la excepción.

-Miren, ahí viene- Dijo Lucia.

Al darme la vuelta vi a alguien que esperaba no volver a ver en mi vida, digo, vivíamos en una ciudad lo suficientemente grande para no tener que volver a encontrarnos, pero mejor los pongo en contexto.

Durante mi escuela secundaria conocí a un chico, todas se volvían locas por el y algunos chicos gay, pero yo era la excepción, no era para nada mi tipo, para mi era una persona tan grosera y egocéntrica, gracias a que la mayoría se volvían locos por el, se le subió esa pequeña fama que tenia en mi escuela, cuando salí del closet, el creyó que yo era igual a los demás y no dejaba de hacer bromas y alardear acerca de que yo moría por el, eso hizo que me desagradara aun mas, agradecí tanto que el fuera mayor, para poder disfrutar de mi ultimo año de secundaria en paz, pero bueno, en resumen esas son las razones por las que Carla sabia que mi humor caería en picada y eso mi rostro no lo podría ocultar para nada.

Pero bueno, hay algo que no podía negar, al verlo me pareció muy atractivo, realmente guapo, pero mis recuerdos me trajeron de vuelta a la realidad y recordé lo pesado que era, pero ahora ha llegado mi turno de cobrarme todas las que me hizo, al final de cuentas, los años en la preparatoria me dejaron muchas enseñas acerca de ser una persona desagradable.

-Hola- Dijo el sujeto, algo en su forma de ser y hablar había cambiado, ahora en lugar de prepotente y grosero, lucia mas tímido.

-Hola- Respondieron mis amigas.

-Hola- Volvió a decir el chico, pero esta vez agrego...-¿Como has estado Andrés?

-¿Nos conocemos?- Respondí, lo dije ya, me va a pagar las que me hizo, excepto que no creo llegar a ser tan desagradable como el.

El se notaba cambiado, note algo de decepción en su rostro al fingir que jamás lo había visto.

-Si, soy Mauro, fuimos juntos a la prepa, yo era un año mayor, pero entiendo que no quieras recordarme, espero que el que yo viniera no te haya causado algún problema, se que no fui muy bueno que digamos en el pasado, te pido una sincera disculpa- Lo tenia ante mis ojos y no podía creerlo, tener a Mauro ante mi pidiendo una disculpa, eso si no me lo esperaba, igual, decidí continuar con mi pequeña venganza un poco mas.

-Pues no te recuerdo, igual tengo pésima memoria, pero bueno, hay que apurarnos o perderemos la película- Dije haciéndome el tonto otra vez y comencé a caminar hasta la dulcería, Carla me siguió el paso y me dio un pequeño jalón para alejarnos un poco a ambos.

-Se lo que estas haciendo- Dijo mirándome con los ojos entrecerrados.

-¿Que estoy haciendo?- Respondí con sarcasmo, ambos nos conocíamos a la perfección, ella sabia exactamente mi plan.

-El ya no es el mismo, maduro, todos lo hicimos, han pasado 4 años desde la secundaria, justo nos graduamos de la preparatoria, ya es tiempo de olvidarlo, ¿no crees?- Su pequeño regaño tenia algo de verdad, éramos unos niños, ya ha pasado tiempo, así que decidí ablandarme un poco.

Carla volvió a caminar hacia dulcería y Lucia la siguió, mientras el se quedo ahí parado como cachorro perdido, camine hacia el y le dije -Vámonos Mauro, se nos hará tarde- El solo me volteo a ver y sonrió, yo igual sonreí un poco y comencé a caminar.

El daño que nos hiciste...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora