El daño que nos hiciste...

2.Me vendría bien hablar

El día que me reencontré con Mauro no pudimos hablar mucho por la película y al salir el se fue muy rápido, pero después volvimos a salir los tres un par de veces, aunque igualmente no conversamos mucho porque a mi me daba pena, además no debería perder mi tiempo, el es heterosexual y tiene novia, tienen problemas pero sigue siendo su novia.

Ahora, aproximadamente un mes después estoy camino a una fiesta en lo de Carla por el cumpleaños de Javier, su hermano, a la que seguramente ira Mauro ya que recién me entero que son muy amigos, vaya sorpresa, espero que Mauro no sea igual que Javier, el y yo nunca nos hemos llevado bien, el era algo así como el Mauro de su generación, talvez por eso se llevan tan bien.

Al llegar, lo primero que veo es a Mauro parado fuera de la casa de Carla, se veía algo exaltado, probablemente estaba discutiendo con su novia, y solo alcance a escuchar que le decía -Ahora no quiero pelear, mas tarde hablamos- Al decir esto inmediatamente colgó, yo intente pasar desapercibido, no quería hacer incomodo el momento pero no fui lo suficientemente silencioso y se dio cuenta de mi presencia,

-Hey, Andy, ¿Qué onda?- Escuche detrás de mi, solo me gire y fingí que no me di cuenta de nada.

-Hola Mauro, ¿todo bien y tu?- Dije intentado hacerle ver que no había escuchado nada.

-Pues como habrás escuchado, nada bien, pero me alegra que tu estés bien y que bueno que viniste, seguro a Javi le dará gusto verte- Me dijo, yo no sabia que responder acerca de que no estaba bien, pero no quería verme mal al no preguntarle si necesitaba ayuda.

-Pues no soy la persona favorita de Javier, ni el la mía, solo vengo por compromiso- Le respondí -Pero si hay algo en lo que pueda ayudarte, aquí estoy si me necesitas -Dije, para no parecer mala persona.

-De hecho, me vendría bien hablar con alguien, ¿tienes algo de tiempo? -Creí que no se lo tomaría tan personal, en ese momento moría de la vergüenza, pero obviamente no iba a ser descortés y decirle que no, además, no tenia ganas de estar en la fiesta, sobre todo por el final, el cual probablemente seria ver a Javier hacer una escena frente a todos los invitados por lo borracho que se pondrá, así que porque no.

-Solo, déjame entrar a saludar y decir que surgió algo y vuelvo, dame cinco minutos, ¿okay? -pregunte.

-Okay- Respondió el chico.

Estaba realmente nervioso y ni siquiera sabia porque, siempre había sido muy sociable y bueno para hablar, pero esta vez era diferente, así que entre a la casa y salude a toda la familia de Carla, todos me apreciaban y yo a ellos, a excepción de Javier claro, pero aun asi no me parecía lo correcto el no saludar, al explicar que tenia algo que hacer y que probablemente volvería mas tarde, salí de la casa, y no vi a nadie, sentí algo de decepción al no ver a Mauro, cuando de pronto escuche:

-Hey, acá estoy, vámonos- Dijo Mauro desde su auto, me subí y al principio había un silencio total, hasta que decidí romper el hielo.

-Y a donde vamos? No me querrás secuestrar, ¿verdad?- Dije a modo de broma y logre mi cometido, el sonrió

-Efectivamente, ojala te hayas despedido de Javier, ya no lo vas a volver a ver y probablemente lo extrañes- Dijo, obviamente en broma igual.

Continuamos haciendo chistes y bromas el resto del camino, hasta que vi que llegamos a un edificio.

-Mmm, ¿a donde vinimos?- Pregunte.

-Este es el depa de un amigo, somos rommies, el nunca esta, se la pasa en el departamento de su novia y pues creí que aquí podríamos platicar, si te molesta podemos volvernos a la fiesta- Respondió, algo apenado.

-Ah no, no te preocupes, con que me lleves mas tarde a casa de Carla por mi auto, todo bien- Respondí.

Me sentía extraño platicando con alguien a quien inclusive llegue a odiar y sobre todo que ya no quedaba rastro de aquella persona tan desagradable, al entrar pude ver que era un departamento muy bonito, pero lo mas bonito era la vista que tenia.