ɪᴛ'ꜱ ᴀ ꜱᴇᴄʀᴇᴛ ᴘʀɪɴᴄᴇꜱꜱ ♛ [𝑪𝑶𝑵𝑻𝑰𝑵𝑼𝑨𝑵𝑫𝑶] - ʙɪꜰᴏʀꜱ15

Historia

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La Guerra de Rabhartaigh

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Rabhartaigh, un planeta donde habitaba cantidades de especies diferentes en el universo. El planeta era muy reconocido en aquellas épocas donde no se vivía grandes guerras, vivías armónicamente con todos sus habitantes e inclusive junto a los extranjeros provenientes de otros planetas, era como vivir en un hermoso cuento de hadas donde las diferencias, la maldad, el odio, no existía en sus alrededores, la gente transmitía la felicidad volviéndose la fuente de poder más grande de todos los tiempos; se hacía llamar "el Azther", una magia poderosa que solo transciende a los corazones bondadosos, si tu alma está limpia de aquellas malicias, puedes liberar el poder más poderoso que alguna vez ha existido.

El festival del año nuevo llegó, pero nadie creería que sería la última vez que celebrarían en familia, en alguna compañía tomando alguna cerveza cerca del pequeño bar de la esquina o paseando por aquellas calles cálidas a pesar de que las pequeñas copas de nieve caían con lentitud enfriando su alrededor, nadie pensaría que sería la última vez para el Azther, perdiendo el poder divino que una vez adquirió.

Todos estaban reunidos esperando los fuegos artificiales para comenzar un nuevo año de felicidad, en un cerrar de ojos atacaron unas criaturas desconocidas a la gente inocente, los llantos de desesperación se hicieron presentes en el momento, los niños intentaban escapar junto con sus madres, pero las criaturas no tenían pudor, atacaban sin dudar machando las calles, que fueron alguna vez cálidas, de sangre.

En ese momento, el más admirado por todos apareció en escena con un gran grupo de guerreros de su especie. El rey Waanar, Dark Demon. En su rostro expresaba sorpresa al ver su propia gente morir tratando de sobrevivir en aquella guerra, por lo cual con solo alzar su mano convirtió su antebrazo en una gran daga gigante mientras en su alrededor mostraba un aura muy oscura, el poder del Azther le concedió su último deseo; dio comienzo a una gran guerra contra esas criaturas misteriosas.

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2157-2167 (10 años después)

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10 años han pasado y la guerra aún continuaba, se perdió miles de guerreros en la guerra y la diferencia entre esas criaturas les ganaba por numero. Grandes guerreros seguían defendiendo al rey mientras se planeaba una estrategia para poder vencerlos, pero los minutos ya eran contados, se había acabado los refuerzos. Sus aliados habían sido derribados hasta los guerreros de la mejor élite fueron vencidos con facilidad. El rey ya había agotado sus poderes hacia el enemigo, el Azther se estaba encargando de acabar cada partícula yacente de vida, crecía en cantidades perforando su cuerpo ya herido. Las criaturas ya habían consumido el 90% de sus tierras, no tenía tiempo para pensar a lo cual alzo su voz para aquellos guerreros que se encontraban en el gran salón del castillo.

Rey: Grandes guerreros, les doy mi total agradecimiento a todos ustedes, quienes han luchado hasta el final de sus días en esta guerra que no tiene fin. Lo que ven afuera es una atrocidad quien llego a arruinar nuestro festival donde comenzaríamos un año de prosperidad, amor y felicidad para todos nosotros los ciudadanos. Ahora esta será mi última orden para ustedes, quiero que luchen hasta el final porque esta guerra ya habrá acabado. -El rey con sus ojos cristalizados a punto de soltar algunas lágrimas gracias al conmovedor momento, fue interrumpido por el estruendo de un golpe asustando a la mayoría de personas en las grandes puertas del castillo, este refugio en sus brazos a su única pequeña para ir directo hacia unas escaleras misteriosas, mientras los pocos guardianes que aun se mantenían de pie lo seguía  realizando su ultimo deber.-

El rey estaba agitado y cansado, pero había llegado a su destino donde en su alrededor lo adornaban algunas capsulas, naves, tecnología de ultimo modelo. La única vía donde podía escapar era con las capsulas pero la mayoría estaban dañadas a excepción de una que tenia las medidas exactas de la pequeña en brazos. Al entrar cerraron inmediatamente las puertas estando en guardia su única defensa por si entraba el enemigo, en ese entonces el rey coloco a la pequeña en la capsula mientras preparaba todo para el lanzamiento, se acercó hacia ella y le dio un pequeño beso en la frente junto con unas suaves palabras.

"Mi pequeña valiente, nunca te rindas". Al terminar de decir ello la capsula se había cerrado automáticamente dejando a una niña totalmente confundida, las puertas se destruyeron dejando ver un grande monstruo que iba directo donde estaba la pequeña, pero fue demasiado tarde, fue transferida hacia otra dimensión.

Tal vez minutos pasaron o horas desde los hechos recientes, solo la pequeña admiraba la belleza de las estrellas en el universo, reflejaba en su iris las líneas de diferente color que trascendían adornando el momento, planetas o naves, especies o humanos, nadie sabia quienes o que podría ser. Al mirar por un largo tiempo, lentamente iba quedando dormida en ese incomodo lugar sin demostrar alguna expresión, a pesar de no sentir la presencial paternal de su progenitor.

Poco tiempo después, a lo lejos del universo vacío se encontraba la presencia de unas naves espaciales vigilando las zonas para evitar algún tipo de peligro que se encuentre, en eso, se encontraron con la capsula y sin dudarlo, fueron al rescate encontrándose con la pequeña niña profundamente dormida, les pareció tierno la escena. Se la llevaron a la residencia avisando a varias personas sobre la situación, así empezaron a preparar todo el equipo médico y científico averiguando las condiciones de la niña y de la capsula, necesitaban sacar algún tipo de información del asunto.

Un gran hombre, caminando con firmeza demostrando su presencia por el lugar iba caminando en dirección donde se encontraba la pequeña, su esencia había hecho temblar quienes se encontraban en la habitación, reflejaba una sonrisa bastante radiante mostrando sus colmillos, una gran sonrisa de malicia, veía con detenimiento a los médicos quienes corrían de un lado a otro tratando el estado un poco débil de la niña, esta solo se limitaba a dormir profundamente. El hombre llamo la atención hacia algunos de los médicos. 

-Coméntame su estado -Decía con una gran fuerza en su voz, sin apartar la mirada en la niña-

-Al parecer jefe, la niña ha estado un largo tiempo fuera en el espacio por lo que su estado ha sido afectado, según los exámenes no se encuentra en peligro pero su estado esta muy débil y aun no conocemos la fuente del problema. Logramos encontrar las coordenadas donde fue enviado la capsula pero es un planeta ya inexistente proveniente del hábitat demonio... -Sostenía las hojas donde contenía la información principal de la chica, aquel se podía reflejar su miedo a través de sus expresiones corporales, sus manos temblaban y su iris no dejaba de mirar de vez en cuando a la pequeña, se notaba la angustia pero la expresión del hombre fue lo contrario-

- Estupendo, quiero el mayor cuidado posible para esta niña, nos va a servir bastante para un próximo futuro, es una orden. -Al finalizar sus palabras cruzo sus brazos mientras se largaba del lugar escuchando un "¡Si señor!" por parte de los trabajadores mientras no dejaba de sonreír, tenía un plan en mente que llevara a cabo en un futuro y eso no iba a dar muy buenos resultados.

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Holaaa, espero que les haya gustado este pequeño comienzo, puede que pronto (aunque no estoy muy segura de cuando) estaré publicando los capítulos.

¿Por qué esas criaturas aparecieron de repente? 

¿Le irá bien a la pequeña niña en manos de ese desconocido?

Mas a futuro averiguaremos que sucederá, por ahora, gracias por leer la Historia de Rabhartaigh, nos veremos en el siguiente capitulo.

¡Hasta luego!

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BiFors15.

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