ɪᴛ'ꜱ ᴀ ꜱᴇᴄʀᴇᴛ ᴘʀɪɴᴄᴇꜱꜱ ♛ [𝑪𝑶𝑵𝑻𝑰𝑵𝑼𝑨𝑵𝑫𝑶] - ʙɪꜰᴏʀꜱ15

Capítulo 15 - Las Reliquias del Orden

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Narrador

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Hace muchos años, cuando el universo solo era inerte ante la presencia de las vidas humanas o ser viviente existente, existía la era de los dioses, quienes eran superior a ellos, lo consideraban la fuente de la sabiduría, el ser más poderoso que podría existir, confiaban sus últimas esperanzas volviéndose un auténtico milagro gracias a su Azther, aunque todos podían usarlo, pensaban que debían depender sus vidas a ellos.

Aunque los dioses fueron el centro de atención, la muchedumbre empezaban a sufrir bajas entre los pueblos, las guerras se estaban viviendo ya sea por el hambre o la falta monetaria del momento, no era una buena etapa para los habitantes, las peleas eran constantes entre los clanes.

Muy en el fondo, alejado de las terribles catástrofes, existían 5 hermanos en ese tiempo, personas simples quienes mantenían su rebaño familiar viviendo pacíficamente alojados en las montañas más tranquilas de la ciudad, todos los días eran diversión y alguna que otra broma entre ellos solo para alegrarse la vida después de su arduo trabajo.

Pero todo empezó a cambiar.

Poco a poco su negocio familiar no estaban dando frutos, cada vez la cosecha era defectuosa y ningún pueblerino pasaban por sus tiendas, estaban cayendo en un estado de escasez dando la noticia de que debían vender su hogar, el dinero ya no era lo suficiente para mantenerse.

Uno de los hermanos tuvo la maravillosa idea de planear una gran aventura, por lo que no paso de vista hacia los demás hermanos quienes estaban preocupados, aquella aventura consistía en pasar por los bosques de los Zurzhudos, un lugar donde descansa los cadáveres de los dioses, pero una de las leyendas explicaba que quien pisaba esas tierras podría caer en una maldición profunda por el resto de su vida.

Pero después de pasar por estos bosques, en las profundidades de las tinieblas encontrarían un bello jardín cultivado con las mejores flores espirituales y un tesoro que dejaron aquellos dioses quienes murieron cumpliendo su misión por los mundos.

Si lograba conseguir el tesoro, podría vivir por el resto de su vida y en sus siguientes generaciones sin escasez, volviendo la felicidad que una vez le quitaron de sus manos.

-Iré y conseguiré el tesoro que los dioses regalaron, volveremos a ser felices como en aquella primavera de loto –Una vez dijo sus palabras, se encerró en su cuarto para empezar a empacar sus maletas, en eso uno de sus hermanos entro tirando la puerta con fuerza.-

-No vas a ir, es peligroso –Preocupado, se cruzó de brazos intentando ganar su atención, pero fue vilmente rechazado siguiendo con su trabajo por lo que lo tomo por los brazos conectando sus miradas, uno era de preocupación y la otra demostraba llena de determinación.-

-Cualquier peligro recorreré si es mi familia quien sufre, hermano, no me detengas –Se soltó en un breve movimiento mientras tomaba las ultimas cosas que faltaban, cuando colgó su mochila por el hombro e iba por la perilla de la puerta, sintió los brazos de su mayor.-

-Si es así, iré contigo para devolver el color de nuestra primavera...

Llenando de determinación a los restantes, los 5 hermanos partieron en un duro camino hacia el bosque de los Zurzhudos, cruzaron por los ríos más peligrosos y batallaron contra los monstruos más peligrosos que se interponían en su camino, pero ningún obstáculo los hacia retroceder ya que su habilidad para trabajar en equipo era irrompible.