Especial Navidad/Año Nuevo

29 7 0
                                    

Siempre supo con toda certeza que nunca se debían hacer compras a última hora de navidad, en realidad de cualquier celebración, pero la navidad se llevaba las palmas en cuanto a aglomeraciones pública se trataba.

Esas fiestas las pasaría sola, aparentemente, no sabía de sus usuales acompañantes de morada desde hace 4 meses tras salir en algún tipo de misión, podría decir que estaba preocupada, no era una mentira, pero al mimo tiempo, sabía que se las terminarían por arreglar de alguna forma u otra, o los veía capaces de las cosas más locas si ponía en realidad todas las cosas que Kula le decía de sus... ¿ misiones?, ¿trabajos? ni idea de cómo decirle, mejor decirles viajes, sonaba más bonito a imaginar que estaban matando a alguien o que corrían entre un ventarrón de balas.

En ocasiones, no llegaba a entender, como siempre, a K', es decir, tenía entendido que todos tuvieron una vida terrible, aunque nunca le aclaraban el tema, pero notaba que Kula y Máxima hacían ese esfuerzo por regresar a una vida ordinaria, aunque ni ella estaba segura qué era exactamente una vida ordinaria, pero K' hasta se veía cansado con la sola idea de intentarlo, en estas festividades se hacía la idea de que quizás Kula estaría entre fascinada y algo molesta, el frío se sentía en la región, copos de nieve volvían a caer, mantas blancas de más de un centímetro volvían a llenar las calles, eso la fascinaría al igual que lo postres de la festividad, cosa que estaba segura que Máxima también adoraría, aunque puede que la muchacha prefiriese chocolate frío con una bola de helado encima y malvavisco, apostaba su vida que K' no le daría la más mínima importancia a la festividad porque, siendo sinceros, ni ella lo hacía, en el país era más bien comercial que por tema religioso la celebración.

Ahora que lo penaba, dudaba que alguno fuera religioso, a pesar de que el jefazo llevase un collar con dije de cruz en el cuello a todo momento porque sentía que lo hacía más por moda que otra cosa, concretando en su mente, no creía que alguno fuera de religión pero sabía que disfrutarían, algunos más que otros, del tema de la celebración.

Casi en tipo automático ya sacaba el paquete de cocoa en polvo, sólo para estar preparada si es que llegaban a aparecerse ese día, por el final del gabinete su mirada captó ese paquete de manzanilla, solía beberlo en ocasiones cuando estaba tratando de matar los nervios, pero desde esa vez que vio al chico entado, tan calmado, con esa infusión en mano, no pudo evitar tomar el paquete, sacándolo y dejándolo en la mesa al alcance de cualquiera, de paso tenía que sacar las tazas.

Lejos del lugar en el que ella se encontraba pensando en eso, tres pares de pasos se movían de manera rápida, unos más emocionados que otros, fue así hasta que finalmente la nieve en el suelo se convirtió en hielo, dando paso rápido a la más joven del grupo que se deslizaba obre este con una sonrisa en el rostro y un paso enérgico.

Kula estaba de buen humor, Diana y Foxy le llamaron por las festividades después de tanto tiempo, había encontrado una nueva pieza para Candy en la base de los Ikari el día de ayer, su semana parecía ser buena, ¡la mejor! pero ahora no podía contenerse ni un poco más, una gran sonrisa se dibujaba en su rostro infantil al pensar en encontrarse con esa persona tras tanto tiempo, luego irían a ese acogedor lugar del cual pensaba ya como un hogar, poco más le faltaba para saltar en el hielo, realizando piruetas para que se notase su alegría.

Cuando notó a K' y Máxima detenerse upo que habían llegado, se fue unos metros e largo antes de frenar, deshaciendo sus patines de hielo para poder caminar rápidamente hasta ellos, siendo interrumpida por el brazo de Máxima.

- ¡Tío! -reclamó molesta, tratando e hacerse camino, estaba demasiado entusiasmada como para esperar más tiempo.

- Espera un momento, princesa.

Se hizo un pequeño espacio, en donde notó a K', arrodillado, con tierra en la manos, volviendo  ponerla en donde se suponía que debía estar.

Notar el agujero vacío en la mitad de la tierra fértil de ese bosque no fue difícil, la nieve no cubría toda la zona, hasta había pasto verde y algunas flores por el lugar, rodeado por arboles y piedras que escondían el lugar, sus movimientos por librarse se detuvieron, mirando intranquila ahora a sus dos compañeros que ponían la tierra de vuelta en su lugar de manera lenta aunque podía jurar que estaban a nada de explotar en ira como ella, de manera silenciosa se acercó, haciendo lo mismo, tomando la tierra ligeramente oscurecida por la sangre entre sus guantes amarillos antes de ponerla de nuevo el agujero

CoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora