Capítulo 1

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—¡¡Peny!! —Me grita Emily mientras corre furiosa por toda la casa detrás de mi.

¿Se preguntarán, que hice?, pues digamos que agarré su teléfono mientras preparaba unos bocadillos en la cocina y le escribí a un chico muy guapo que sigue en Instagram, ¿que le escribí?, que era muy caliente y me encantaría salir con él para después tener una relación duradera en la que los hijos saldrían muy hermosos (obviamente me estaba haciendo pasar por Emily). Lo que la molestó fue que el chico la rechazó y bloqueó por todas partes diciendo que era una acosadora. Pff que bobada. Una queriendo tener novio y luego salen así, no se les pueden decir nada que enseguida se asustan, asustarse es cuando en la discoteca de la nada un borracho te agarra el trasero sin que te lo esperes (qué mal lo pasé).

—Oye no es mi culpa que sea un nene miedoso —Me justifico, rodando los ojos y pareciendo una diva, muy yo, burlarme de las divas.

—¿Un nene miedoso?. Parecía una salida, ¡yo! —En serio está enfadada.

«Ni que fueras una santa»

—No puedes negar que si que era caliente —Intento distraerla del pequeño inconveniente. Todo esto rodeando el sofá, no crean que ha dejado de perseguirme.

—Y no lo niego, para nada. Oye, no me distraigas que estoy intentando matarte —Oh no, se dió cuenta.

—¡¡Ahhhh!!. ¡¡Auxilio!!. ¡Me quieren violar! —Chillo alargando la a. Joder , ya me está alcanzando estaba cansada de tanto correr y ella es muy atlética, es que me da pereza hacer ejercicio.

—¡Ven acá hija de puta! —Se me lanza encima de modo que chocamos con el sofá, luego con la mini mesa que hay delante de este que no tengo idea de cómo se llama y terminamos cayendo al suelo. En medio de nuestro impacto con el suelo oímos el tenebroso sonido de cerámica chocando contra el suelo.

Me tiembla el cuerpo y no es por la caída, me da un escalofrío tenebroso, y es que me da mucho miedo lo que estoy pensando. Que no sea lo creo que es por favor, rezo, porque si es lo que creo que es, diosito guárdame un lugar porque allá voy. Miro sin querer hacerlo al lado y veo lo que me esperaba. El feo jarrón de mi madre. Ya es oficial R.I.P Penny O'Connor

—Mierda —Maldigo, vamos es que se me da muy bien.

—¿Mierda?. Santa mierda, la mierda más grande que ha podido pasar. Yo mejor me voy —Intenta escapar Emily levantándose a toda velocidad.

—¡No!. ¡Tú no vas a ningún lado! —Se había roto el jarrón más preciado por mi madre en esta casa, dice que es de un diseñador y fue un regalo del mismo, vamos que le tiene mucho aprecio. Y es horrible no sé cómo le gusta.

—Esto es por perseguirme, ahora mi mamá me va a coger de piñata. ¡Por tu culpa! —La acuso.

—¿Por mi culpa?, fuiste tú la que le escribió al chico que me gustaba e hiciste que pareciera una desesperada —Me dice lanzando dagas por los ojos y dándome con el dedo índice en el hombro. Mi respuesta es mirarla con sorna con una sonrisa formándose en mi rostro.

—Es que eres una desesperada —Afirmo a punto de estallar de risa aunque lo disimulo porque quiero parecer seria.

—Te equivocas, somos, unas desesperadas—me dice cruzada de brazos un poco más calmada.

Cómo tenía la risa a punto de salir desde mi comentario no pude aguantar más y empecé a reír como loca. Emily me miro como tal, pero no pudo evitar contagiarse, hasta q nos cuestionamos el porqué nos estábamos riendo, y se puso el ambiente pesado. ¿Se preguntan por qué?, simple, sabemos q no tenemos, y queremos, pareja, pero nunca lo habíamos dicho en voz alta de esa manera y era algo incómodo.

Cambié la mirada poniendo en mi campo de visión el jarrón hecho pedazos. Intercambio miradas con Emily dándole a entender que tenemos problemas mayores.

De repente recuerdo que tenemos tiempo para este desastre, mi madre llega tarde. Es cirujana, de hecho, la más importante en el hospital así que tiene mucho trabajo.

—¿A qué hora llega tu mamá? —Me lee la mente Emily, ya que estaba pensando en eso. Miro la hora en el reloj de pared de la cocina que puedo mirar desde donde estoy y —,¡¡Oh Mierda!!—. Ya les dije que era buena para maldecir. Falta media hora y aunque no lo crean media hora pasa volando.

—Falta media hora para que llegue —Le digo casi en un grito, ella abre los ojos y de nuevo intenta escapar pero es tan tonta que pasa por mi lado, así que la agarro por el brazo.

La miro un poco desafiante, aunque aún estoy asustada, y retrocede.

—Rápido recoge los trozos del jarrón y colócalos en la mesa, voy a buscar algo para arreglar este desastre.

Corro hacia las escaleras tropezando con los cojines que cayeron al piso cuando Emily me perseguía, subí las escaleras saltando escalones de por medio.

Mi casa es de dos pisos, el cuarto de mi mamá está debajo, arriba está el estudio de mi papá, mi cuarto y un cuarto de invitados con balcones que tengo bien adornados.

Entro a mi cuarto de una patada, sí, de una patada, para mi abrir puertas de ese modo es más rápido y eficaz, no me juzguen. Entro a mi cuarto, es uno como cualquier otro, mi cama, la cual está pegada a un lado de pared y desordenada con la laptop encima, unas ventanas con cornisas al otro lado de la pared y el escaparate a los pies de la cama, pósters por donde quiera, mi escritorio y mi estante repleto de libros y figuras coleccionables de mis películas favoritas.

Empiezo a rebuscar por todo mi cuarto, en la mesita de noche, el estante, escritorio, hasta en el baño compartido con el otro cuarto y nada. No se porque razón decido buscar en el escaparate y sin embargo buscando encontré un poco de súper pegamento, ¿que hacía eso ahí dentro?, pues no tengo idea y tampoco es que importe mucho.

Salgo corriendo de mi cuarto y bajo las escaleras como si de volar se tratara, tropezando por el camino obviamente, soy torpe, ya lo se. Cuando bajo me encuentro la casa a oscuras y una luz proveniente de la cocina la cual está a un lado de la sala separada por un mini bar, que es de mi papá, por lo que no veo desde la escalera hacia la cocina. Sigo caminando con cuidado ya que al parecer Emily se ha dignado a apagar las luces y cerrar toda la casa, cortinas incluidas. Cuando me asomo a la cocina me encuentro con esta imagen, mi mejor amiga sentada en la mesa con una bata de doctora, obviamente de mi madre, me mira seria, la poca luz que hay no es de la lámpara, si no el flash de su celular el cual colocó arriba del ventilador de techo que queda de encima de la mesa, con los trozos de jarrón esparcidos en esta, que por suerte no son muy pequeños. Sigue mirándome seria pero esta vez me habla.

—¿Está lista para la cirugía Dra Peny?.

«Cómo es posible que te hayas hecho amiga de esta loca». Dice mi subconsciente hablándome. Y respondiendo a esa pregunta, no lo sé.

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Pues aquí está el primer capítulo, espero que halla sido de su agrado, no se preocupen si no leen aún lo que dice en la sinopsis, poco a poco la historia irá avanzando.
Cómo ya dije intentaré publicar bastante seguido según me deje la escuela y mis actividades extra escolares.
Disfruten de la novela☺️

24hs before ValentineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora