3. Snowman

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Ni siquiera el mejor psicólogo de China podría curar el trauma que había sufrido hace poco. Simplemente repetía un par de escenas una y otra vez en su cabeza. No sabría decir si su sonrojo era de vergüenza o ira, pero lo más seguro era que fuera una mezcla de ambas. Su labio inferior temblaba y Yanli lo tomaba de la mano intentado calmarlo un poco.

Después de lo ocurrido en la suite número 5, su hermana lo había convencido para que la acompañara a su habitación, no sin antes haber pasado por un pasillo ocupado por algunos de los empleados del hotel, quienes habían acudido inmediatamente cuando uno de los huéspedes les alertó acerca de unos gritos.

Jiang Cheng se sintió humillado por el estado en el que estaba. Ni siquiera había alcanzado a ponerse su camiseta después de separarse de ese sujeto. Cuando los empleados llegaron lo vieron a él en ese estado y al otro...solo cubierto con la toalla. Al recordar también esa parte, Jiang Cheng se soltó del agarre de su hermana y cubrió su cara con ambas manos. Si hubiera sido un adolescente sin duda habría llorado de rabia, pero no, era un adulto y solo podía lamentar su maldita suerte.

— Me voy de regreso a China — dijo de repente — de todos modos supongo que Wei Wuxian se comportará si tú estás cerca de él — prosiguió finalmente mirando a Yanli, pero aun escondiendo parte de su cara entre ambas manos.

Yanli le pidió a Wei Wuxian que no fuera a su habitación, porque obviamente se había enterado del escándalo y quería ver a Jiang Cheng, pero no era el mejor momento para que esos dos hablaran.

— A-Cheng, todo tiene una explicación, por favor, escúchame — pidió ella tiernamente mientras acariciaba la cabeza de su hermano como si fuera un pequeño niño.

— A-Li, solo quiero salir de este lugar y regresar a China — insistió él.

— ¿Me dejarás sola en Navidad? Nunca hemos estado separados en estas fechas, es por la misma razón por la que decidimos acompañar a Wei Wuxian, ¿recuerdas? — dijo ella acudiendo a las palabras que sabían conmoverían el corazón de su hermano.

Jiang Cheng se dejó caer sobre el espaldar del sillón y asintió. Escucharía lo que su hermana tenía que decirle. ¿Acaso alguna vez no lo había hecho? Tal vez su única debilidad era su hermana, nunca podía decirle que no.

Yanli, por su parte, se enteró de todo lo que había ocurrido gracias a Mianmian, quien le contó de forma resumida el plan que Lan Wangji ideó antes de la llegada de Wei Wuxian.

— A-Cheng, prométeme que serás comprensivo. Recuerda que yo también me estoy adaptando a este cambio. A-Xian está muy feliz y no podemos quitarle ese momento, después de todo, el nunca se ha enamorado...

— ¿Hasta ahora? — preguntó él.

— Yo...creo que a él realmente le importa mucho esa persona.

— Idiota, se le ocurre salir con algo como esto en el mejor momento de su carrera. Ni siquiera le di permiso para tener citas, quién se cree que es.

— A-Cheng, A-Xian ya no es un niño travieso que va a seguirnos donde vayamos. Él ahora es un hombre y está empezando a darse cuenta de lo que es tener sentimientos por otra persona — explicó ella con una sonrisa.

— Espera, ¿qué tiene que ver Wei Wuxian con lo que me acaba de suceder?, ¡¿Fue una mala broma?! Dímelo ahora que voy a romperle las piernas, los brazos y lo que quede después de eso — dijo él de pronto poniéndose de pie.

— A-Cheng, siéntate, te lo explicaré — dijo Yanli con una sonrisa.

Él obedeció y la miró con la cara de niño que no merece ser regañado porque no tiene culpa de nada.

All I want for Xmas is you (Especial de Navidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora