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Era viernes, una  semana había pasado desde que Steve presentó su examen de matemáticas, él junto a otros 5 estudiantes más esperaban con ansias saber si debían o no recursar la materia.

–Estoy mueriendo de los jodidos nervios–Clint, uno de sus compañeros habló a su lado, era más joven que él y se llevaban lo suficientemente bien como para salir a tomar unas cervezas de vez en cuando.

–Yo igual amigo, yo igual.

La profesora finalmente entró al aula con un escueto 'buenas tardes', se apoyó contra el escritorio y los miró antes de repartir los exámenes.

–Felicidades,jóvenes, han pasado Matemáticas ī.

...

–¡Por Steve!–exclamó James levantando su vaso para chocarlo en el centro con el de los demás, se inclinó hacía su amigo y lo abrazó por los hombros–Estoy muy orgulloso de ti, niño.

Steve río por el apodo aceptando el abrazo, estaba aliviado, contento de estar divirtiéndose con sus amigos después de tanto tiempo.

–¿Y qué sigue ahora?– Natasha preguntó dando un sorbo a su cerveza, sonriéndole al rubio.

–Bueno, me quedan dar un exámen antes de día de Acción de Gracias y otros dos antes receso de invierno, pero no me preocupan realmente. Luego si todo sale bien, me quedarían dos materias, dar la tesis y para abril ya debería estar graduado.

–Sabemos que lo vas a lograr, Sty–alentó su pelirroja amiga.

Steve se sentía afortunado de tener a James y Natasha (e incluso Desy y Clint) como amigos. A James lo conoció pocos meses después de empezar a trabajar en Industrias Stark, había sido asistente por un año y el día que se conocieron le habían dado un puesto de asesor financiero. No fue muy difícil empezar una conversación y pronto se convirtieron en amigos más allá de la oficina, por medio de él conoció a Natasha, quién era su prima y a la vez habían compartido clases en la universidad, apenas se graduaron consiguieron trabajo en la misma empresa. Steve fue compañero de ella en recepción por dos años, antes de que finalmente la ascendieran. Al principio, saberse casi de la misma edad que ellos y no haber logrado nada lo mantenía incómodo, avergonzado, pero había aprendido a superar esa inseguridad y disfrutar de la sincera amistad que los dos le brindaban.

–¿Y ese amigo tuyo por el que me traicionas? ¿No piensa aparecer?–el castaño habló, ganándose una rodada de ojos de la pelirroja.

–Supungo que ese soy yo–Clint sonrío tímidamente apareciendo en la mesa, James  no tuvo la decencia de parecer avergonzado–Disculpen la tardanza, me perdí un poco en el camino.

–¿Encima que me engañas, lo haces con un adolescente?– siguió su queja teatral, Steve río. Y tras las presentaciones, se dedicaron a pasar la noche bebiendo como se lo merecía–Y bien Cly ¿Puedo decirte, Cly, verdad?–el más joven de todos asintió con una expresión extraña en su rostro–¿De novio, casado o alma libre?

–Alma libre supongo–rió dando un trago a su cerveza–no hay mucha acción en mí vida amorosa ¿Ustedes? Se que Steve está soltero pero...

–Nat está tomada–la pelirroja levantó su mano para mostrar su anillo de compromiso–y yo... Mí corazón está roto por este rubio que no corresponde mis sentimientos, porque no soy un millonario de ojos chocolates– limpió una lágrima falsa de sus ojos. Ganándose la risa de todos, menos del rubio que le dio un golpe en la cabeza.

–Cierra la boca, idiota.

–Obligame–contestó moviendo las cejas de arriba abajo, Steve giró los ojos e iba a seguir insultando cuando Natasha habló causandole otro quejido al rubio por sus palabras

Animarse - stonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora