La Marca

XXXIX

Jiang Cheng dio un leve salto de sorpresa cuando Xichen de repente levantó la mano y ahuecó sus mejillas, el pulgar de Xichen se deslizó suavemente sobre sus labios.

"No hagas eso." Xichen murmuró, con los ojos fijos en los labios rojos y suaves de Jiang Cheng mientras los trazaba suavemente con el pulgar.

Jiang Cheng se sonrojó, congelado en su lugar, recordando que acababa de tener su primer beso hace unas horas con este hermoso hombre frente a él.

La mirada de Xichen se elevó para mirar directamente a Jiang Cheng a los ojos, pero Jiang Cheng inmediatamente desvió la mirada, evitando el contacto visual.

Xichen se rió levemente, haciendo que Jiang Cheng se sonrojara más.

"Jiang Cheng," dijo suavemente, acariciandole las mejillas mientras lo miraba con adoración. "Mírame."

Jiang Cheng se mordió el labio, debatiendo si mirar a Xichen o no. No sabía qué sentir ni qué hacer.

"Por favor." Xichen susurró suavemente. "No te he visto en un año."

Jiang Cheng tragó saliva mientras levantaba los ojos y miraba directamente a Xichen.

Dios, extrañaba mucho este rostro, esta voz, esta calidez.

"Te extrañé." Xichen susurró con la voz llena de emociones.

Su pulgar acarició suavemente las mejillas de Jiang Cheng mientras le sonreía suavemente con lágrimas en sus ojos hinchados.

"Muchisísimo." Continuó tranquilamente. "Te extrañé cada segundo que no estabas a mi lado".

Jiang Cheng tragó saliva, sintiendo que se le formaba un nudo en la garganta una vez más.

"Yo también te extrañé." Jiang Cheng susurró suavemente, las lágrimas amenazaban con caer. "Más de lo que sabrás jamás."

Xichen limpió suavemente una lágrima que se escapó de los ojos de Jiang Cheng.

"Tengo mucho que contarte, no sé por dónde empezar". Xichen habló, la voz cargada de emociones.

"Jiang Cheng, lo siento." Xichen susurró con la voz quebrada. "Soy-"

Jiang Cheng sacudió suavemente la cabeza, sonriendo suavemente mientras levantaba sus propias manos y tomaba el rostro de Xichen.

"Xichen, te disculpaste lo suficiente."

"¿Q-Qué?"

"¿Crees que no te escuché disculparte todo este tiempo?"

Xichen miró a Jiang Cheng con ojos vidriosos y la boca entreabierta.

"¿Me escuchaste?"

"Yo hice." Jiang Cheng sonrió, las lágrimas escaparon de sus ojos. "Escuché todo".

Xichen simplemente se mordió el labio y cerró los ojos, dejando que las lágrimas cayeran mientras un sollozo escapó de su boca.

"Escuché todo lo que me dijiste." Jiang Cheng continuó suavemente, las lágrimas caían silenciosamente. "Escuché a Wei Ying, Huai Sang, Minjue y Lan Zhan. Escuché todo lo que hiciste por mí, todo lo que pasaste por mí".

Jiang Cheng hizo una pausa para respirar profundamente.

"Lo siento, Xichen."

"¿Q-Qué?" Los ojos de Xichen se abrieron de inmediato, sacudiendo la cabeza. "Jiang Cheng, no por qué estás..."

"No actúes como si todo fuera tu culpa." Jiang Cheng lo interrumpió, presionando con el pulgar los labios de Xichen. "Es tuya y mía. Es nuestra culpa, así que no te culpes".