Mark no podía dejar de pensar en él.
Recordaba perfectamente el único día en que lo vio como si fuera ayer, a pesar de que ya habían pasado meses.
Ese día había ido al centro comercial a comprarle un regalo de cumpleaños a su madre. Estaba revisando una tienda en la que vendían ropa femenina, para ver si le encontraba un pijama que le agrade. Su madre siempre se quejaba de que no tenía pijama, o que él que tenía era muy feo, a pesar de tener una extensa colección de la cual elegir. Era gracioso en cierto punto.
Mientras daba vueltas por la enorme tienda mirando los altos estantes con ropa y los maniquíes que estaban por todos lados, su mirada se fijo en un chico.
Hermoso fue lo primero que pensó, de la cabeza a los pies era hermoso. Tenía el cabello castaño claro, desordenado y un poco ondulado. Su cabello parecía un nido, pero sólo lo hacía verse bien. Tenía la piel morena, y, al menos en su cara, perfectamente lisa.
Llevaba un hoddie anaranjado, y a pesar de que él chico no era para nada pequeño, este le quedaba grande. Llevaba también unos pantalones muy sencillos. Todo en el era sencillo y aún así su belleza era increíblemente complicada.
Se le quedó mirando fijamente, siendo todo lo obvio que se podría ser. Pero el chico pareció no darse cuenta. Este le estaba prestando atención a otra persona. Una mujer bastante mayor que él que parecía ser su madre, y la razón por la que estaba en la tienda en primer lugar.
La señora miraba la ropa mientras hablaba de algo que Mark no podía escuchar, por lo lejos que se encontraba. Aunque parecía interesante, pues el bello chico no le quitaba en ningún momento los ojos de encima, mientras asentía o negaba según encontrara necesario.
Mark olvidó por completo la razón por la que se encontraba en esa tienda, no pudiendo dejar de mirarle fijamente. Estaba seguro de que incluso daba miedo.
De repente su ensoñación se vio interrumpida, cuando el chico pareció molestarse por algo. Arrugó la nariz y pateó el suelo, llamando la atención de un par de personas. Posteriormente levantó bruscamente su brazo, y señaló hacia su madre diciendo algo.
Parecía un berrinche, pero fue tan espontáneo que Mark no sabía que pensar. Y así como él berrinche llegó, se fue sin más.
Confuso Mark decidió seguir con lo suyo... Después de recordar que era lo suyo. Claro! El pijama de su madre. Ahora sí Mark continúa buscando entre todas las prendas.
Después de no encontrar nada, decidió que este no era el lugar. Comenzando a caminar hacia la salida. Pero antes de siquiera darse la vuelta del todo, lo volvió a ver.
El chico lindo, esta vez siendo él el observado, Mark entró en pánico. Sin saber que hacer le saludó con la mano. Pobre vergüenza que le tocó pasar cuando la madre del chico salió de pagar mientras le decía algo, haciendo que éste desviara su mirada dejando a Mark saludando a la nada.
Rápidamente volvió a guardar su mano intentando olvidar que eso sucedió. Fue entonces que chico comenzó a caminar junto a su madre, a la salida opuesta a la que Mark debía usar. Hablemos de mala suerte.
Mientras nuestro pobre Mark asumía que esta solo había sido un vergüenza más, el chico volvió a verlo. Sin haber aprendido nada le intentó saludar de nuevo, esta ves siendo notado.
Pero en vez de saludar de vuelta, el interesante chico solo volvió a arrugar su nariz mientras que con una voz hermosa, digna de un altar, gritaba esa palabra que Mark jamás se daría el lujo de olvidar.
—¡Vagina!
Simplemente hermoso. Una experiencia única que por más que intara jamás lograría borrar de su memoria, y siempre se quedaría con la duda del quien era ese extraño chico lindo.
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No contexto, sólo vagina.
Tengo la duda de si dejarlo como un one shot o hacerlo una historia completa (dejando claro que, con "historia completa" no ne refiero a más de 10 capítulos)
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×vagina×~
FanfictionMark no podía dejar de pensar en ese hermoso chico que solo había visto una vez. Repetía una y otra vez en su mente su rostro y lo linda que había escuchado su voz mientras decía la única palabra que le dirigió "vagina"