Soñando...

¡Te alcanzaré!

Ella 

Me alegro de no haberme rendido. Pienso mientras subo las escaleras de YG Entertainment. Si lo hubiera hecho no tendría ninguna oportunidad de conocerte, pero ahora sí la tengo.

 Al llegar al lugar donde se realizan las pruebas, una mujer apunta mi nombre y me da un número.

 -Espera aquí hasta que oigas tu número, entonces entra por esa puerta y demuéstrales lo que vales.-dice alentándome, aunque sé que sus palabras están vacías de emoción, y se lo tiene que decir a todas.

 -Gracias- le respondo para no parecer irrespetuosa. Me siento en una silla que encuentro libre y dejo mi bolsa a los pies.

 Así que soy la novecientos veintisiete ¿eh? Debe de haber muchas participantes. Pienso mirando el número que me ha dado la mujer. Lo raro sería que no las hubiera..

 -Perdona- le digo a una chica pelirroja que está a mi lado- ¿Sabes el número por el que van?

 La chica me mira de arriba abajo y se gira hacia otro lado ignorándome.

 Coge aire, suelta aire. Tranquilízate, que si montas una escena te pueden echar. Me recuerdo.

 -Van por el número trescientos treinta y tres- me dice una chica rubia que está a mi otro lado.

 -Gracias- le respondo y veo que tiene el número cuatrocientos uno- ¿A qué hora llegaste?- le pregunto- Porque yo he llegado a las nueve y había tanta cola que me ha tocado el número novecientos veintisiete.

 -Llegué a las seis de la mañana, pero aún no habían abierto.

 Asiento con la cabeza mientras saco mi Mp3 y el libro que me he traído para hacer tiempo. Me pongo la canción Fantastic Baby de Blue Bang.

 Es irónico que me ponga a escuchar a un grupo de esta compañía, y más tratándose de esta canción. El pensamiento me hace sacar una sonrisita que borro inmediatamente de mi cara. Me escondo detrás del libro mientras lo leo y escucho la música; aún queda mucho para que me llamen, así que no presto atención.

 Al rato veo cómo la amable chica rubia que está a mi lado se levanta, supongo que la han llamado.

 -Buena suerte- le digo cuando pasa por mi lado hacia la sala de las audiciones.

 -Gracias- me responde y se dirige hacia la sala muy nerviosa.

 A los cinco minutos sale con una tarjeta roja en las manos. Se aferra a ella como si le fuese la vida en ello.

 -¿Qué tal te ha ido?- le pregunto en cuanto se sienta.

 -Creo que bien- dice mientras mira la tarjeta.- Me han dado esta tarjeta y me han dicho que me siente a esperar.

 -Seguro que te ha ido genial- le digo sonriendo para devolverle algo del ánimo que el color de la tarjeta le ha quitado.

 -Sí…- dice mientras se sumerge en sus pensamientos. Ya no vuelve a hablar.

 Pasa el tiempo y veo que la chica que me había ignorado antes sale de la sala de audiciones con una tarjeta morada, tiene el número novecientos; así que quito la música y me quedo únicamente leyendo hasta que oigo que me llaman.

 Guardo mi libro en la bolsa que llevo, mientras la cojo y me levanto. Me dirijo hacia la sala de audiciones.

 Entro por la puerta y una mujer pelirroja de unos treinta años pregunta:

 -¿Marina Stef?- Se nota que le cuesta pronunciar mi nombre.

 -Sí.- Contesto aún al lado de la puerta.