Uno

925 73 22
                                    

ISABELLA cogió la libreta del aula de castigo, no esperaba ni quería entretenerse, la profesora, la señora Dodds, era una mujer muy impaciente y caprichosa, lo mejor era que no tardase mucho

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ISABELLA cogió la libreta del aula de castigo, no esperaba ni quería entretenerse, la profesora, la señora Dodds, era una mujer muy impaciente y caprichosa, lo mejor era que no tardase mucho.

Pero alguien la distrajo.

Percy Jackson, el chico de ojos verde mar, alias su mejor amigo, estaba allí, sentado con los brazos cruzados y la cabeza baja.

—Percy —le llamó— ¿Mi hermana volvió a engañar a los profesores para que te castigasen? —preguntó divertida, sentándose a su lado.

La profesora Dodds podía esperar un rato.

— Sí... —confirmó él, con frustración— Es que Nancy es tan... ¡Arg! —exclamó mirando al cielo— No sé qué le he hecho para caerle tan mal... Solo defendí a Grover de ella, le estaba molestando por ir en muletas por los sitios, se estaba riendo de él... —explicó, con tristeza— Y la profesora Dodds no ayuda, para nada. La tiene en un pedestal, siempre le da la razón, nunca ve lo que hace... ¡Es una cleptómana! Pero para esa mujer, Nancy nunca robaría nada...

Isabella movió la cabeza, apenada, y lo abrazó suavemente.

— Si te sirve de consuelo, solo mima a mi hermana. —Le sonrió levemente— Parece que a mí también me odia. Me acaba de mandar a buscar su libreta a gritos solo por qué quería preguntarle como se hacía un ejercicio.

El chico le dedicó una sonrisa genuina, parecía que eso sí que le animaba bastante.

— Yo creo que es un monstruo de incógnito, y quiere entrenar a Nancy para que sea uno también. —sugirió bromista, a lo que la pelirroja rio.

— Tengo una idea. ¿Qué tal si cuando terminen las clases vamos a por un helado? Para celebrar que han llegado las vacaciones y que ya no tendremos que ver más a. —sugirió Isabella, mirando a un calendario, solo quedaba una semana exacta para que terminara el curso.

— ¡Me encantaría! —La cara del pelinegro se iluminó de felicidad, tenía unas inmensas ganas de salir de aquel sitio, y más si era con su mejor amiga. Entonces se fijó en la libreta roja que llevaba ella en las manos— Oye, ¿no deberías ir a darle la libreta a la señora Dodds?

Isabella abrió los ojos recordando por qué estaba ahí, se levantó de un salto y mientras se despedía de Percy empezó a correr por los pasillos hasta su clase.

El pelinegro sonrió negando con la cabeza, el despiste de la chica era inmenso, todo por el TDAH que no les dejaba en paz a los dos. Era una de las muchas cosas en común que tenían ellos dos, y una de las infinitas cosas que adoraba de ella.

La chica llegó a toda prisa a su clase, rezando internamente de que la profesora no se hubiera dado cuenta de que había tardado mucho y que, con suerte, se compadecería de ella al ser la hermana de su favorita.

— ¿Se puede saber por qué ha tardado tanto Bobofit? —cuestionó la profesora con una mirada severa, dejando sus esperanzas por los suelos.

— Y- yo... —empezó Isabella buscando una buena excusa— No encontraba su libreta... —Le tendió la libreta a la señora Dodds, cabizbaja.

— ¿Seguro que no estaba charlando con el señor Jackson? —atacó otra vez, esta vez con un tono más fuerte, rozando al grito.

Toda la clase soltó un "Ohhhh" a coro mientras Nancy le soltó a su hermana una mirada asesina. El corazón de Isabella empezó a coger más velocidad, su cara se empezó a teñir de rojo y movió la cabeza.

— N-no... —mintió.

— Entonces, supongo que no te molestará que te castigue después de clases. —sugirió la mujer, esta vez volviendo a bajar el tono hasta uno más suave, y de reojo, miró a Nancy, quien sonreía con satisfacción. La sangre de Isabella empezó a hervir sintiendo ese favoritismo, pero no dijo nada.

—No, señorita Dodds.

La señorita Dodds le sonrió.

— Ahora siéntese y no interrumpa más mi clase.

𝐅𝐮𝐞 𝐌𝐢 𝐂𝐮𝐥𝐩𝐚 (𝐏𝐞𝐫𝐜𝐲 𝐉𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora