Capítulo único

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Kanon había conocido a Camus en una fiesta que había organizado Milo con su pareja Aioria, celebrarían su próxima unión ante las leyes del hombre.
Fué un encuentro casual el momento en el que se conocieron, Camus tropezó cayendo en los brazos de ese hombre, evitando que cayera al suelo.
Al mirarlo por primera vez quedó cautivado con la belleza del galo de cabellos rojizos, de piel suave y tersa como la nieve, cualquiera daría todo por tenerlo... Solo tenía un defecto...
Estaba comprometido con Surt.
Se dio cuenta por el anillo de compromiso que portaba en su dedo anular y sobre todo por la mirada asesina que le daba ese sujeto cuando vio a su prometido en brazos de otro hombre.
Celos si lo quieren llamar así.

Desde aquella ocasión no ha dejado de pensar en él, necesitaba una idea para volver a verlo.
Para su fortuna, Camus se llevaba muy bien con Milo y haría cualquier locura para verlo  aunque sea una vez más.

Le había contado a su amigo Milo que necesitaba un pretexto para ver al joven galo.

— Kanon... ¿De verdad te gusta Camus? — Cuestionó dejando a un lado su lata de cerveza, después entrelazó sus dedos esperando la respuesta de su amigo.

— Ya te lo dije Milo, claro que me enamoré de él... A primera vista — Respondió soltando el humo que salía entre sus labios por el segundo cigarrillo que fumaba.

Milo sonrió ladino al escuchar aquella confesión — Bien mi estimado Kanon, te puedo decir que el idiota ese que trae como prometido no me agrada para nada, te ayudaré solo porqué ni Aioria ni a mi nos agrada Surt.

Ambos amigos comenzaron a idear un plan, la idea era que Milo llevaría a Camus de compras en el centro comercial de la ciudad, ahí se encontrarían a Kanon por casualidad y Milo ahí terminaría dejando a los dos.
Su labor como cupido ahí culminaría.

Al día siguiente llevaron aquel plan, Milo le pidió encarecidamente que fuera él solo, sin la compañía de su prometido faldero.
Camus siempre había sido un buen amigo con Milo, no se negó ante esa petición, ambos se encontraban en el centro comercial caminando y observando los distintos aparadores del lugar.

— Camus, vamos a la zona de comida, muero de hambre — El heleno colocó su mano en la espalda del galo y lo fué guiando hasta el lugar mencionado.

Cuando ambos llegaron se encontraron por simple casualidad con Kanon quien estaba sentado en la zona de las mesas.

— ¡Milo... Que casualidad encontrarte en este lugar! — Saludó el gemelo menor alzando su mano en el aire.

— Kanon, que gusto verte por este lugar — Milo tomó la mano de Camus y ambos caminaron hasta donde estaba el gemelo, tomaron asiento para poder platicar con Kanon.

— Yo te he visto antes — Susurró el galo al ver que era el mismo chico con el que chocó en la fiesta de Milo.

— ¡Ah! Con que ya se conocían ¿Eh? — Milo esbozó una sonrisa traviesa.

— Sí, es que yo me iba a caer pero él me detuvo a tiempo — Señaló el galo a Kanon.

Milo se dio cuenta que todo estaba en orden, su trabajo ahí ya lo cumplió, solo le quedaba el resto a Kanon.
Sacó su celular, fingió que tenía un mensaje de Aioria y tenía que marcharse, pero podía dejar a Camus en manos de su amigo.

— Siento dejarlos pero Aioria me busca, lamento tener que irme Camus pero Kanon es una persona agradable y sin duda cuidará de tí.

El galo estaba por reprochar algo cuando Milo se levantó de la silla, se despidió de sus amigos dejándolos solos.

— Vaya forma tan extraña de conocernos ¿Verdad? Cuestionó el gemelo menor tratando de tener una plática con ese joven galo que cada vez comenzaba sentirse nervioso.

Dile (Kanon x Camus) One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora