Era Navidad... En verdad creí que sería una noche linda.
Siempre me pregunté cómo algunas personas pueden odiar ese día, hasta que todo sucedió...
Los gritos de mis padres me atormentaban, puse mi música al máximo en volumen y mis audífonos, sin embargo, las duras palabras entre ellos atravesaban las paredes, la puerta de mi habitación, y las canciones que escuchaba.
Ya no podía más, salí corriendo, sin saber a donde me dirigía hasta detenerme frente al muro que dividía la calle del mar...
El sonido frenético de las olas me calmaba, era lo único que quería oír, y por un momento pensé: "desearía hundirme en ese sonido y acabar con todo de una vez".
La idea de ocultar mis lágrimas incesantes en lo más profundo de ese océano me atraía cada vez más, sobre todo por el hecho de que, en ese instante, estaba sola.
Una mano tomó la mía, me iba a voltear cuando esa persona sostuvo mi rostro en dirección al mar para que no pudiera verle...
— Es hermoso... ¿cierto? —dijo.
Su voz era cálida. Sentía miedo porque no sabía quien era, curiosidad por saberlo y a la vez, el recorrido de sus palabras y el tono en que me habló por todo mi interior.
Tomó mis manos de nuevo y me giró hacia él.
— Desearía seguir viendo ese mar contigo ahora. —añadió.
Nos sentamos en el muro, sin conocer nuestros nombres y conversamos de todo, de nuestras aspiraciones, de lo que cenamos, de lo que nos gustaba y hasta de las mejores ofertas en rebaja por año nuevo... Sinceramente, no lo volví a ver, pero esa noche, quizás estuve hablando con un ángel y no me di cuenta.
ESTÁS LEYENDO
Lazy Writer Lazy Reader
RandomExplicación breve de la escritora vaga para los lectores vagos: 1. Soy tan vaga como para escribir un libro. 2. Escribiré escueto para lectores vagos. 3. Algunos son fragmentos de ideas para libros que nunca desarrollé... porque me da pereza. Es...