Las tardes son más cómodas a tu lado.

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La tarde era calurosa y faltaba menos de una hora para que comenzara el atardecer, el sonido de varias cigarras, principalmente las minmin-zemi acompañaba su viaje desde Tokio hasta Kawasaki.

Cuando llegó a su destino, cerró la puerta de su auto con fuerza, se abrió paso por la entrada del jardín delantero y sacó las llaves, el tintineo del pequeño muñeco de un héroe ficticio colgando del llavero llamó su atención, lo observó por unos segundos, bufando al recuerdo de como lo obtuvo en primer lugar.

"Lo tendrás todo el tiempo en esa llave, y no tienes permitido sacarlo o perderlo"

Él le había dicho con calma, mientras tomaban café en su sala de estar.

"Serás castigado si no cumples, lo sabes ¿No?"

Apretó el muñeco en su mano, dejándola levemente blanca por la fuerza empleada, acomodó la llave en la cerradura y entró en la casa, dejando el sonido de las cigarras y cualquier otro en el exterior.

El genkan era iluminado por las ventanas que estaban a ambos lados de la puerta de madera, se tomó su tiempo para sacarse sus zapatillas y dejarlas en el mueble, observó las pantuflas peludas de un color verde musgo con un rostro de un bicho bordado en él, rodó sus ojos y con un suspiro se colocó la aberración peluda y entró a la sala de estar.

El televisor estaba encendido en el canal de las noticias, mostraba el incidente que hubo en el centro de Tokio, un incendio en una tienda de chucherías, varios heridos, una muerte.

Suelta un chasquido de lengua y apaga el televisor, la habitación queda en total silencio, deja las llaves en el mostrador junto al mando de la televisión y se acerca a las escalares, subiendo a la primer planta de la casa.

Al entrar en la habitación principal escucha el sonido de agua correr dentro del baño, se acerca a la cama y se recuesta por unos segundos, aprovechando el momento de soledad.

El reloj al lado de la cama tatami marcaba las seis en punto, soltando un gruñido se levantó y comenzó a desvestirse.

Camisa y remera fuera, sus pantalones de mezclilla, medias y boxers perfectamente doblado con lo demás.

Junto a la ropa en el mueble dejó sus anillos y con lentitud se acercó al centro de la habitación, arrodillandose, tomó su postura para presentarse a su Dom.

Con la cabeza erguida y la mirada baja, los muslos cerrados, la espalda recta, el pecho levantado y la cabeza en alto, mostrando con orgullo su cuello. Los ojos hacia abajo y sus manos sobre sus muslos

La puerta del baño se abrió.

Una pequeña capa de vapor salió de la habitación continua, silenciosos pasos se acercaron y sintió una suave palmada en su cabeza

—Buen chico —Contuvo su respiración al escuchar su profunda, pero suave voz, la escena había comenzado—. Llegaste justo a tiempo y dejaste ordenada tu ropa, como siempre... también tienes una buena postura ¿Debo recompensarlo ésta vez?

Sus latidos aumentaron, su respiración se aceleró levemente y sus pupilas se dilataron al escuchar que iban a recompensarlo, lo pensó detenidamente y luego de unos momentos de silencio, negó.

Bombas de Jazmín |Decchan - DekukatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora