Parte Uno

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* Inspirada de la Canción Hijo de la Luna, de Mecano.

Por favor, no publicar la teoría sin añadir la cuenta que la muestra Valenciahistorias03 y sin mi consentimiento a ninguna red social. Ni a Wattpad. Tampoco permito que sea plageado.

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Plagga siempre quiso, alguna vez, sentir como era producir algo. Crear algo. A veces llegaba a admitir que envidiaba el trabajo de su otra mitad y que detestaba destruir todo lo que tocaba; con honda pena, recibía reprimendas de sus Guardianes y sus portadores por ello.

Y callaba como todo kwuami culpable lo hacía. Tikki era su única verdadera amiga, y a quien quería por encima del queso. Aunque eso no lo iba a confirmar jamás. Nadie lo escucharía decir esas cursilerías.

Todo era cosa de desear. Y era irónico, ya que, al poder llegaba tan solo chasqueando los dedos.

***

Mientras que, otras personas, también se sentían desgraciadas al tampoco crear vida alguna. Como el caso de Emilie Graham de Vanily.

—¿No estás feliz de casarte con el hombre de tu vida? —inquirió su hermana gemela, Amelie. Sonrió negando con la cabeza. No era eso.

Amaba a Gabriel, desde la preparatoria, en donde se juntaron todos sus amigos. Sabine, Tom, Amelie, Natalie, Andrew —aunque la odie-quiera por llevarse a su Gabrikins— y él, por supuesto. Todos eran un grupo fantástico y genial. Y ellos eran del tipo...

"Nah. Es solo una amiga, o amigo"

Pero ahora, se encontraba a pocos días de ser la señora Agreste y no se sentía bien. Él... deseaba tener hijos. Y ella no podría dárselos nunca.

—Lo amo, Amelie. No hay problema. Es que, extrañaré mi hogar —mintió.

Luego de la boda, se retiraron a conversar acerca de la gran manción que Gabriel habría heredado de su familia, en donde habían más cámaras de seguridad que personas. Nerviosa por ello, empezó a reír. El chico era un tanto dramático y así lo quería. Incluido todo y drama.
—Sabes... Mi padre siempre quiso llamarme Adrien, por el gusto que le tenía al mar —comentó con los ojos brillantes, causando que Emilie temblara—. Sería genial ponerle ese nombre al primer bebé que pudiéramos tener, Eh.

—S-si... Si.

***

Tikki voló hacia donde se encontraba Plagga, descansando de tanto revuelo por el parque cercano. Ambos suspiraron de cansancio. Los demás seres mágicos tenían energía de sobras, entendiendo que los dos kwuamis más longevos deseaban reposar de tanta bulla. En especial el kwuami de la Destrucción.

—Ve. Ellos como unos locos, jóvenes. Y nosotros como ancianos —dijo riendo la Catarina. El ser de negro no respondió—. Ey, ¿que ocurre?

—Nada terroncito. Miro lo felices que son. Nadie destruye y arruina cosas... o vidas, justo como lo hago yo y mi torpeza.

—No digas eso. Sabes que para que nos hallemos en equilibrio debemos ser opuestos. Tu eres importante para toda la vida humana que existe, además de la vida universal. No hay Creación sin Destrucción —lo consoló.

—Lo sé. Igual duele.

Tomó su queso y se fué hacia otra parte de la casa del nuevo Guardián, Fu. Quizás nadie lo sepa jamás pero, el queso fué invento suyo. Resulta que una vez, estando jugando al lanzar pelotas con Fluff, cayó en un balde con leche. Enojado por eso lanzó tan fuerte el objeto que, intentando detener el tiro, el kwuami del Tiempo lanzó su poder hacia el balde.

Hijo De La Destrucción      [OS MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora