Prólogo - Una segunda oportunidad

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UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD

<<<....Todo cada vez está empeorando...>>>

Con cada paso que daba al correr noto que su corazón no aguantaría la presión de la situación, se estaba desmayando.

Estaba perdiendo la sensación de sus dedos y sus piernas no podían seguir lo que su mente quería hacer desesperadamente.

<<<.... ¡Despega, despega, despega! >>>

Pensaba en el cohete donde estaba su hermano en cada paso que daba y continúo corriendo mientras con su mano tapaba el flujo de sangre que salía de su estómago, ella observaba los agujeros en su cuerpo, pequeños orificios de carne que salpicaban sangre cada vez que daba un paso.

Con sus ojos en el cielo mientras tocaba su dorso empezó a notar que su visión se hacía borrosa, y la sangre al toser humedecía sus labios.

<<< ¡Mierda! >>>

Pensaba continuamente que Robinson no lograría escapar de aquella situación, y que su sacrificio sería un total fracaso y la vida de todos los mundos posibles peligraría sin dudarlo si lograban capturarlo.

Un calor abundante le surgía del hombro, con su mano derecha y temblorosa la extendía hacía la fuente donde provenía ese calor y con sus dedos pudo notar que ya no sentía su brazo completo, se dio cuenta que confundió el calor con el dolor.

Su brazo había sido arrancado.

Aquello la hizo caer, sintiendo el fuerte piso estamparse con su rostro, había caído boca abajo. Era incapaz de ponerse de pie, no tenía ya fuerzas solo podía sentir como todo su cuerpo se calentaba.

<<<Duele, duele, duele>>>

Sus lágrimas se juntaban con el charco de sangre del suelo, sus esperanzas estaban acabadas desde que no podía oír aquel sonido del motor del cohete.

Astrid Klead, la luz de luces del planeta Kepler estaban llegando a su "fin"

Su conciencia se empezó a desvanecer.

Ante su visión borrosa repentinamente unos pies descalzos con un aura de un color azul oscuro, pisaba el charco de sangre, creando algunas ondas.

Ella ya estaba aquí.

La asesina de Dios, Anhedonia.

Aunque Astrid había peleado con algo de ayuda de su hermano contra el ejército de aquellas criaturas, no había sido suficiente.

Aun así, ella no pensaba en mirarle el rostro. Aquello ya no importaba.

... El único deseo que ella quería, es que él esté bien.

- ¡Astrid!

Escucho esa voz tenue que sonaba en su ser interior, aquella luz con la que hablaba desde que su padre le dio la luz de luces. Para escuchar su voz una vez más... para poder lograrlo... es porque ella había salido del receptáculo de su hermano o él estaba cerca.

Sus ojos solo podían notar como aquella figura humana y brillante se enfrentaba a su fiel compañera. Aunque le quedaban dudas si eran de carne o espíritus.

<<<...Ella, es real>>>

Débilmente alguien sujeto su mano, una chica muy hermosa de piel blanca como las nubes, un largo cabello oscuro y unos ojos tan purpuras que no tenían descripción alguna.

-... ¡No, no, no!... llegamos tarde.

Incluso aunque Astrid estaba al borde de su conciencia, luchaba por no desvanecerse. Aquella chica entre lágrimas solo la miraba, mientras la sostenía en sus brazos.

- Yo en verdad, juro, te juro, que los... ¡Salvaré!

Al instante el sonido de un cohete empezó a sonar por toda la región, pero Astrid Klead... perdió la vida.

TRONO DE ESTRELLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora