Prólogo

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El humano es destructivo por naturaleza, siempre han matado en nombre de alguien; Se ha matado en nombre de Dios, se han masacrado unos a los otros en nombre de una nación, se han aniquilado a personas inocentes tan solo por las decisiones de grandes líderes de otros países por el poder de su patria e interrumpir a la soberanía de los demás o simplemente por la rabia que nos ha dejado ciego frente a nuestras acciones. Han dejado a hijos huérfanos y a madres viudas tan solo por tener ideales diferentes unos a los otros, resolviendo los problemas con más ira. La imaginación no tiene algún límite... lamentablemente las formas de causar violencia tampoco las tienen.


Aunque el ser humano ha sido agresivo desde sus principios al saber que un palo con punta puede herir a alguien, también se han sido compasivos unos con los otros; Apoyándose mutuamente en situaciones de peligro, dando compañerismo y un refugio a aquellos que los necesitan, peleando por la libertad de aquellos que no pueden ser escuchados, ofreciendo su tiempo y dinero para cuidar a aquellos que no tienen quien los cuide. Los humanos somos como las monedas; Ambos tenemos dos caras.

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