Traidor

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Años atrás.

Tenten descendía del autobús que la había llevado al puerto, sus ojos se quedaban un momento fijos en la niebla que se extendía reptando entre la zona de carga llena de cajas gigantescas que los barcos cargueros depositaban y tomaban los cargamentos en un vaivén eterno, el mundo le parecía sobreestimulante, demasiados colores, demasiado movimiento, parecía desconcertante, pero había demasiadas personas en él. Su mundo hasta ese momento se limitaba a un par de hectáreas que formaban la base militar donde permaneció hasta su juventud, siendo pequeña, lo suficiente para que no pudiera recordarlo para su fortuna perdió a sus padres en un terremoto, el ejército acudió para auxiliar a las víctimas, un joven soldado se compadeció de ella y la crió como su hija, era lo más preciado para él y por eso la forjó para que se pudiera valer por sí misma, nunca tuvo favoritismo o un trato especial, no quiso aceptarlo, se volvió un miembro valioso y destacado de la unidad por su fuerte espíritu, su vida había sido buena nada tenía que envidiar del mundo exterior.

Su padre cayó en acción, la notica la recibió una tarde de septiembre, un trozo de su corazón se cuarteó en ese momento, contuvo las lágrimas sintiendo un nudo en la garganta, respiró profundamente y observando al cielo saludó con la palma recta en su frente sosteniendo su uniforme, la bandera y medallas vestigios del hombre que la había visto crecer.

Una semana después había recibido una carta, esta indicaba que su padre le había otorgado un regalo de despedida, la había recomendado para pertenecer a SHIELD, la agencia de inteligencia, espionaje y antiterrorismo bajo la jurisdicción de las naciones unidas, sólo los mejores eran seleccionados, era un gran honor.

Un vehículo similar a un ferrie se aproximó tres personas iban a bordo, un hombre de cejas pobladas la observaba con sus manos en la cintura con una gran sonrisa que resultaba inquietantemente entusiasta.

— Soy el Teniente Maito Gai, bienvenida a las grandes ligas— le indicó saludandola de manera militar.

Otro chico similar a él en apariencia le tendió la mano para ayudarla a subir, ella aceptó.

—Bienvenida a SHIELD, me llamo Rock Lee, espero nos llevemos bien— indicó el muchacho.

—Gracias, soy Tenten.

— Ponte cómoda, comienza lo emocionante— indicó Gai.

Tuvo que caminar indagando entre los pasillos para encontrarlo por primera vez, su pose recta, su mirada intensa dirigida hacia ella, parecía haber sustraído parte de aquella niebla de deambulaba entre los puertos apoderándose del enigma que escondía entre ellos, en su rostro no se reflejó ningún gesto, pero su mano se alzó para estrechar la de ella.

— Así que tú también comienzas el día de hoy— afirmó el Hyuga.

— Me encuentro un poco nerviosa— confesó Tenten agitando un poco su mano mientras la tenía estrechada.

En su rostro se esbozó una leve sonrisa, sus comisuras apenas se arquearon y soltó su mano para sujetar su largo cabello oscuro en una coleta.

—Pienso que tienes lo necesario para estar aquí, de lo contrario no habrías sido seleccionada— le respondió el Hyuga volviendo a su postura girándose para ver el mar mientras que la nave comenzaba a moverse.

Comenzó a surcar el mar como cualquier navío lo haría, pero conforme avanzaba comenzaba a ascender también de manera vertical, con un crujido un par de turbinas se desplejaban de los lados otorgándole el impulso necesario, unos segundos más tarde el puerto y lo que se encontraba en él comenzaba a verse cada vez más lejano hasta terminar por desaparecer.

Ambos se habían sujetado con fuerza a la nave, ninguno de los dos se encontraba familiarizado con encontrarse en las alturas.

— Soy Tenten Natto, no te dije mi nombre— indicó la chica.

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⏰ Última actualización: Dec 29, 2020 ⏰

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