B. Yo también tengo algunas preguntas.
C. Has cambiado, ¿no? ¿Antes eras un hombre lobo y ahora eres un vampiro?
B. ¿Tú padre era uno y tu madre lo otro?
B. ¿A qué te refieres con << mucho tiempo >>?
B. Si me lo garantizas, entonces todo bien... ¡No hay problema!
C. Es mejor eso que tener que encerrarte, ¿verdad?
B. (Le dejaré terminar antes de decir nada).
A. (Me apetece tomar un buen baño caliente.)
B. (¿Y ahora qué? ¿Le digo simplemente << hola >>?)
A. Ya te habías disculpado, pero te agradezco que lo hagas de nuevo ahora.
A. Tengo que confesar que así ha sido. Pero, aún así, todo es muy complicado.
B. ¡Pues estás de suerte, porque a mí sí me gusta la cerveza!
B. ¿Qué quieres saber?
B. Siempre me ha gustado pasar tiempo fuera. Antes me gustaba mucho pasear los domingos.
B. ¿Cuándo llegaste a la mansión?
A. Lo estaba. Por poco tiempo. Hasta que Vladimir le hizo huir.
A. ¿Ya has conocido a otros hombres lobo como Aaron?
C. Yo... te estaba buscando. Me preguntaba cuándo podríamos seguir hablando.
A. (Hablar del pasado no parece fácil... Está molesto. Tal vez debería dejar ese tema por el momento.)
C. (Es verdad, seguro debe tener hambre. Se me había olvidado por completo ese detalle.)
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