¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En éste momento quisiera patear a Pieck, ella sabía perfectamente que me avergüenza estar con Marcel, pero su estúpida excusa de un asco: Yo estaré con Porco, y pues viéndolo bien te ves bien con Marcel.
Marcel para mi es un chico agradable, no es un idiota como Porco o Reiner, pero tampoco es un bicho raro como Pieck, ni siquiera es tan tímido como Berth, aunque intentara negarlo, muy en el fondo sentía una pequeña atracción por él.
Y aquí estábamos caminando hacia Marley, me sentía avergonzada pero al mismo tiempo era agradable estar con Marcel, pero tarde o temprano tenía que decirle cómo me sentía respecto a él, llegamos a un parque, Marcel me compró una limonada, me sentía tan nerviosa.
- Annie, ¿estás bien? -. preguntó, tomándome por sorpresa.
- Si, estoy bien -. le respondí.
- No tienes que ocultarlo, si no querías venir, me hubieras dicho y así hubiera convencido a Pieck de que no vinieras, si quieres -. exclamó algo desanimado pero antes de que se levantará lo interrumpí.
- Marcel, en realidad si quiero estar contigo pero, la idea de tener que venir con Pieck y Porco me resulta algo tedioso -.
Marcel se tapó la cara con sus manos no entendía por qué, luego de eso suspiró aún con la cara más roja, me comenzaba a asustar lo que hacía.
- Annie, yo también quiero estar contigo, eres un chica increíble, desde siempre me has gustado pero pensé que si te decía me rechazarías -. dijo mientras se acercaba a abrazarme.
- Eh, yo, mierda -. fue lo único que pude decir, inconscientemente le dije lo que sentía, correspondí a su abrazo, sentía que la única preocupación que tenía se iba. Seguimos abrazados por unos minutos, no quería soltarlo porque realmente era una sensación agradable.
- Marcel -. dije.
- Hmm -. tenía su cabeza en mi hombro.
- Tu también eres increíble -. reí.
- Annie -. dijo mientras se separaba para mirarme.
- ¿Qué? -. dije, mirarlo directamente me llegaba a intimidar.
- Te quiero mucho -. dijo y me dio un beso en la frente.
Sentí mi cara arder, y me tapé con las manos.
- Yo también -. dije sin quitarme las manos del rostro, y pude escuchar como rió.
Luego de eso me tomó la mano y nos fuimos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.