30 cosas que amo de ti [Bakugo Katsuki X tú]

Olvido & Competitividad

El cenizo estaba sentado al lado de la camilla en la que se encontraba su novia, estaba relativamente estable, en palabras de los doctores


 "Está grave pero estable"


¿Qué mierda era eso? Se preguntaba el menor de la familia Bakugo, en cuanto pudo ver a su novia y hasta ese momento, tomó su mano con ternura, sin intención de soltarla.

Habían pasado ya dos días del accidente y la joven no reaccionaba, no hasta esa noche.


Katsuki acariciaba los fríos dedos de su prometida, dejando incidentales besos en su frente o el dorso de su mano. Fue cuando notó la dificultad de su prometida al alzar perezosamente los parpados, sus pestañas fueron como pequeñas cortinas que daban paso a dejar ver los orbes de la joven, que observo alrededor confundida por todo lo que pasaba en ese momento.

- (____) – Murmuró el cenizo apretando la mano de su novia, dejando pequeñas lágrimas salir, mientras abrazaba a la joven que se había semi incorporado


- Disculpa... ¿Quién eres? – Preguntó la joven amablemente mientras Bakugo sentía como si alguien le hubiera sacado el corazón, lo hubiera aplastado, escupido y vuelto a poner en su lugar


- No bromees con eso, (____)... - Balbuceó el chico


- ¿Así me llamó? Es un nombre interesante... - Sonrió la joven, se sentía extraña, algo desesperada, nerviosa pero los fornidos brazos del desconocido le brindaban una increíble seguridad, sentía que quería abrazar eternamente a ese chico.


El oji-rubí corrió a fuera gritando por un doctor, mientras la chica continuaba contemplando alrededor con curiosidad


El doctor a cargo de la joven llegó y le hizo un examen rutinario, junto a la lectura de sus exámenes 


- Su cerebro está en perfectas condiciones, probablemente una particularidad le hizo esto, gracias a ella se arrestaron a todos los implicados en el ataque, llamaré inmediatamente a la policía, mientras... No hay que presionarla pero mostrarle cosas familiares – Explicó el hombre de bata blanca para salir del lugar


- Entonces... No recuerdo ni quien soy ¿Ahora qué hago? – Murmuró la joven acariciando las hojas que el médico le había dado, aunque era vergonzoso, debía decirles que no sabía leer, para ella solo eran manchitas en papel

- Tranquila... Yo conozco todo de ti... - El cenizo se forzó a sonreír, sentándose en la camilla, tomando la mano de su novia para ponerle su anillo de compromiso a juego con él – Eres (____) Chie, una mujer valiente y poderosa, eres la heroína número doce: Cherry bomb, tienes tu propia agencia de héroes, donde le das trabajo a muchos héroes potenciales y a gente sin particularidad – Los agrietados dedos del chico pasearon por la mejilla de su novia con ternura – Para ti, todos son iguales, híbridos, gente con o sin particularidad...


- Espera, espera – Detuvo la chica para reír avergonzada - ¿Qué es una particularidad?


- Oh... - El chico palmeó con suavidad la cabeza de la chica – Es un poder o incluso poderes que una persona puede tener, tu puedes crear bombas, con literalmente cualquier cosa, tu particularidad es un conjunto de la de tus padres, tú madre tiene la particularidad de temporizar, dar una indicación a algo o alguien y en un tiempo se cumplirá y tu padre puede crear pequeñas granadas


La chica abrió ligeramente su boca en una gran "O" mientras aplaudía


- Suenan a personas geniales... - Murmuró para tomar por su propia voluntad la mano de su prometido – Tú eres quien está en estos momentos conmigo... ¿Quién eres?


El cenizo no pudo evitar sonreír con amplitud, pero se acercó a dejar un pequeño beso en la frente de la heroína - ¿No te sientes abrumada por la información? – Preguntó suavemente con sutil ronques, viendo a la chica negar


- Todo bien... - Tranquilizó la chica mientras tomaba una botellita de agua para beber el contenido


- Bien... Yo soy Katsuki Bakugo, el héroe numero dos; El gran dios de la bomba asesina: Dynamight, nosotros... - El chico pensaba cuidadosamente en si decirle o no a la joven sobre su relación, pero por una mierda, su novia merecía saberlo – Nosotros estamos comprometidos... Vivimos juntos


La joven abrió amplio los ojos y parecía pensativa pero luego esbozo una pequeña sonrisa – Eso... Es... Bueno ¿No? Vivir juntos...Pero... Lo siento no entiendo lo de ser "Comprometidos"


Oh, que la chingada


El mexicano interior del chico salió por que no pensó que debía explicar tantas cosas, ahora sí que su novia era una niña